Al menos 6 millones de personas han huido de Venezuela en los últimos años como resultado de la crisis política, social y económica, el abuso de poder y la represión despiadada. De esa cifra aproximada, alrededor de 5 millones permanecen en países de América Latina y el Caribe. Solo en Colombia la ONU tiene registrados a 2,1 millones de migrantes, mientras que Perú ronda el millón y Chile y Ecuador superan los 450.000.
Frente a este escenario y luego de que Alberto Fernández afirmara que la Argentina “quiere recuperar su vínculo diplomático pleno” con el Gobierno de Nicolás Maduro, la titular de Amnistía Internacional Argentina Mariela Belski le escribió la siguiente misiva: “Instamos al Gobierno de la Argentina a que, en sus esfuerzos por apoyar una salida a la crisis en Venezuela, tenga presente la realidad que se vive en el país y se asegure de que la respuesta nacional y regional reconozca y priorice la situación de derechos humanos en Venezuela”.
El Presidente argentino también afirmó que muchos de los problemas de derechos humanos de Venezuela “se han ido disipando con el tiempo”, gracias al trabajo de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y a los acuerdos alcanzados en el marco del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, afirmó el jefe de Estado el lunes pasado tras reunirse con su par de Ecuador, Guillermo Lasso, en Buenos Aires.
También agregó: “El sistema de justicia venezolano, lejos de sancionar las violaciones de los derechos humanos, ha servido como herramienta para cometerlas”, lo que resultó fuertemente cuestionado por Belski quien consideró: “Frente a esta realidad, sus recientes declaraciones resultan sumamente preocupantes”.
“A pesar de varios compromisos asumidos, hasta la fecha no se puede afirmar que las recomendaciones estructurales de la Oficina de la Alta Comisionada estén siendo implementadas a cabalidad ni demuestra un compromiso de parte de las autoridades venezolanas de dejar sin efecto la política de represión que han instaurado en el país”, agregó la organización.
Por primera vez en la historia, la Argentina preside durante este 2022 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. “No debería dejar duda sobre su compromiso con los derechos humanos, incluidos el derecho a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición de las víctimas”, advirtió la directora del organismo.
“En particular, debe redoblar sus esfuerzos para exigir al gobierno de Venezuela que ponga fin a la política de represión; que permita que las y los defensores de los derechos humanos realicen su trabajo de forma segura; que permita el acceso pleno y sin restricciones a la Misión de Determinación de los Hechos sin más demora, y que invite a las Relatorías Especiales sobre ejecuciones extrajudiciales y sobre tortura y el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, a visitar el país”, finalizó.|