Mariya y Katerina, un legado de poder y ambiciones lejos de Putín – Negocios & Política
 

Guerra Rusia-Ucrania |Mariya y Katerina, un legado de poder y ambiciones lejos de Putín

De carreras exitosas, raíces multimillonarias y cunas bien rusas, las primogénitas del presidente ruso, podrían ser alcanzadas por las sanciones que emitirán contra Rusia tanto la Unión Europea como Estados Unidos tras la masacre de Bucha. ¿Quiénes son las jóvenes y con qué patrimonio cuentan?  
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El mundo quedó en shock tras ver las decenas de cadáveres de civiles ejecutados en una calle de esta ciudad del norte de Kiev, conocida como la masacre de Bucha. Ante ello, Occidente analiza sancionar a Rusia e, incluso, la medida alcanzaría a Mariya y Katerina, las hijas de Vladimir Putin. 

El castigo intenta sumar presión contra el Kremlin mientras se agrava la situación de la guerra en Ucrania. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos estudian un embargo del patrimonio de ambas jóvenes. Pocos conocen con exactitud los bienes que pueden llegar a tener y, tanto es el secretismo que gira a su alrededor que nunca se confirmaron sus nombres oficialmente e, incluso, las dos tienen diferentes apellidos.

Completamente hermético, nadie se ha atrevido a hacer un perfil del mandatario ruso sin recibir sanciones o terminar vedado. Con pocas mujeres en su vida, evade más las situaciones personales que los conflictos con otros países.  Vladimir en contadas ocasiones habló públicamente sobre su familia. Pero, según el Kremlin, tiene dos hijas -Mariya y Katerina- con su primera esposa, Lyudmila Shkrebneva, de quien se divorció en 2013.

Cuando se conocieron, en los 80, ella era una ex estudiante de filología hispánica y trabajaba como azafata en una compañía aérea. El casamiento fue el 29 de julio de 1983. A partir de la asunción de su marido al poder, cuentan que se convirtió en una primera dama discreta y sin miras de un afán de protagonismo.

"Comprendí que si no me casaba en dos o tres años, nunca lo haría. Aunque, por supuesto, había adquirido la costumbre de llevar una vida de soltero. Liudmila me cambió", dijo en su momento Putin. Tienen dos hijas en común: María, de 37 años, y Yekaterina, de 36. Uno de los datos es que sus fotografías no son publicadas por los medios rusos y no usan el apellido de su padre. La mayor es una destacada científica especialista en inteligencia artificial y la menor, matemática.

Las jóvenes se han mantenido en gran medida fuera de la vida pública, hasta el nivel de que muchos rusos no saben cómo son. "Están dando los primeros pasos en sus carreras, pero están progresando. No se han involucrado en el mundo de los negocios o en la política”, aseguró en aquel entonces.

 “Ellas viven en Rusia. Y no se han educado en ninguna otra parte que no sea en Rusia”, dijo su padre en esa oportunidad. Y detalló: “Estoy orgulloso de ellas. Continúan estudiando y trabajando y hablan tres idiomas europeos con mucha facilidad”.  Sin embargo, de acuerdo a lo que se ha podido conocer, las jóvenes pasaron su vida entre su país y Europa Occidental, conservan una posición alta en el mundo de los negocios y la elite rusa, y tienen un gran poder económico.

Mariya nació el 28 de abril de 1985 en San Petersburgo (Leningrado, en ese momento) y Katerina Tikhonova, el 31 de agosto de 1986 en Dresde, Alemania Oriental, mientras Putin se desempeñaba como espía de la KGB, la policía política soviética. Luego de la caída de la Unión Soviética, la familia se instaló en la actual San Petersburgo y, pese a las afirmaciones de Putin, distintas fuentes aseguran que ambas fueron educadas en Alemania.

Este 28 de abril, la mayor de las hijas de Putin cumplirá 37 años. Es médica y dirige un centro de Inteligencia Artificial (IA) en la Universidad Estatal de Moscú. Desde hace años, Mariya está casada con Jorrit Faasen, un empresario holandés, vinculado a la compañía rusa Stroitransgaz. Ambos vivieron durante un tiempo en Voorschoten, una exclusiva zona cercana a La Haya.

En 2015 la pareja se vio obligada a abandonar esa casa y mudarse a Moscú, luego de que Rusia fuese acusada de derribar un avión que viajaba entre Holanda y Malasia y cuyos 294 ocupantes murieron. En ese entonces se viralizó el lujoso estilo de vida que llevaban y varios activistas llegaron a pedir su deportación.

Por su parte, Katerina Tikhonova, la hija menor, es física y matemática. Trabaja en Nomenko, una empresa del sector de salud. Estuvo casada entre 2013 y 2018 con Kiril Shamalov, un joven multimillonario, hijo de Nikolai Shamalov, miembro del ultraselecto círculo que rodea a Putin.

La hija "secreta"

En 2020, nuevas especulaciones en torno a su vida sentimental revelaron que el mandatario había tenido un vínculo durante su matrimonio con Svetlana Krivonogikh y luego lo habían continuado. También se dijo que tienen una hija, quien lleva una vida de ultra lujos. Pero la web que publicó esa información, fue bloqueada por el gobierno ruso.

Elizaveta Krivonogikh es una adolescente, tiene 18 años. Hasta hace poco tiempo, era extremadamente activa en redes sociales. En sus cuentas -donde se hacía llamar Luiza Rozova- posteaba sus lujos y excesos. La oposición rusa sostiene que la madre de Elizaveta es la ex empleada de limpieza Svetlana Krivonogikh. “Era solo una niña bonita, pero ahora se ha convertido en una mujer increíblemente rica, accionista del Rossiya Bank”, denunció Alexei Navalny hace poco más de un año.

Sobre la relación entre Putin y Krivonogikh, ésta supuestamente habría comenzado en la década de 1990. De acuerdo a lo que indican algunos testimonios, la pareja se habría conocido cuando él aún se encontraba en San Petersburgo (Leningrado). Se dice que la mujer estuvo con él durante el periodo en que fue jefe del servicio de contrainteligencia del FSB, primer ministro, y durante su primer mandato como presidente ruso, cuando su hija fue concebida.

El siguiente rumor siempre presente es que mantiene una relación con la ex gimnasta olímpica Alina Kabaeva, con quien tiene 31 años de diferencia. Relatan que Putin la habría conocido cuando ella tenía 17 años y representaba a su país en gimnasia rítmica. Ellos habrían tenido mellizos en 2018. Dos semanas antes del nacimiento de los pequeños, inteligencia ocupó el hospital donde iba a dar a luz y ocultó cualquier tipo de información. Desde ese momento no se sabe nada de ella.

“Putin ha estado escondiendo a sus dos hijas adultas bajo identidades falsas durante años. Si Alina dio a luz a sus hijos, su desaparición podría ser uno de los indicios más fuertes que apuntan a esto”, comentaron los medios.|

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