¿Cuánto se evade en Argentina? – Negocios & Política
 

Presente & Futuro |¿Cuánto se evade en Argentina?

El proyecto de los senadores del Frente de Todos, impulsado por la vicepresidenta, para identificar y multar (con ayuda de los Estados Unidos) a fondos en el extranjero provenientes de la evasión fiscal con el objetivo de destinar lo recaudado al pago de parte de la deuda con el FMI trajo a la palestra nuevamente la pregunta acerca de la situación fiscal en el país: dolarización de activos, evasión y lavado de dinero.
Adrían Machado
Análisis
Adrían Machado
Análisis

El proyecto para la creación de un fondo para la cancelación de la deuda con el FMI, presentado esta semana, cambió momentáneamente el eje de la discusión económica hacia adentro y afuera del Gobierno. Lo propuesto tiene dos aristas importantes: la política y la técnica-económica.

En primer lugar, revitalizó por algunas horas –antes que Alberto Fernández incurriera en la idea de un retiro espiritual o el ubicuo Gustavo Beliz comunicara pésimamente un simple manual de buenas prácticas en redes sociales– a un oficialismo desconcertado y balbuceante sobre una inflación con características extraordinarias –es decir, internacional– para la que no tiene respuestas y una masa de trabajadores que, pese a tener trabajo, son pobres.

Esta conclusión se desprende de los alentadores datos de 2021 en cuanto a crecimiento, descenso de la pobreza e indigencia y población ocupada. Salarios bajos, escasa recomposición del poder adquisitivo, e inflación acelerada conforman el talón de Aquiles del modelo económico de Alberto Fernández.

Buscar dinero para pagarle al FMI en los titulares de bienes en el exterior no declarados exhibe un norte sobre quienes deben cargar un mayor peso en la devolución del préstamo de campaña tomado por el representante argentino en el Mundial de Bridge.

La cuestión técnica se presenta en los proyectos de ley complementarios, que avanzan sobre barreras de protección como el secreto bancario, bursátil y fiscal. Además, la cuestión diplomática es fundamental, puesto que el diseño mundial de guaridas fiscales exige la cooperación entre países para conseguir, aunque sea algunos datos de cuentas offshore.

Es por ello que Cristina Fernández de Kirchner mantuvo una extensa reunión con el embajador estadounidense Marc StanleyEstados Unidos tiene legislación que promueve la búsqueda de fondos no declarados y es el segundo paraíso fiscal en importancia.

La eficacia simbólica se pudo comprobar inmediatamente después de presentado el texto: furibundo rechazo de bloques opositores –mayoritarios y minoritarios, incluido el FIT– y de los principales voceros mediáticos de los posibles afectados. Cerraron filas en torno a lo que consideraron “un nuevo impuesto”, pese a que se trata de una multa sobre un delito.

Esta normativa, que exige el aporte únicamente de los propietarios de bienes en el exterior sin declarar, tampoco es un blanqueo de capitales clásico porque no da beneficios a una regulación voluntaria, sino que generaría instrumentos para ir tras los fondos.

No existe novedad alguna en esta idea, no se trata de una puesta en escena o simulación. Los tres actores principales de la normativa legal lo han mencionado en reiteradas ocasiones: Estados Unidos lo expresa a través de vías diplomáticas con todos los países con los que mantiene relaciones, el FMI subraya regularmente la importancia y necesidad de disminuir y penar la evasión fiscal. CFK, por su parte, lo había mencionado en distintos escenarios, el último de ellos fue el 10 de diciembre pasado cuando en un acto que contó con la presencia de Lula y Pepe Mujica le propuso al presidente Fernández solicitar a EE. UU. la colaboración para identificar grandes fondos de evasores argentinos.

Las operaciones periodísticas acerca de una supuesta renuncia de Cristina a través de una carta a ser publicada el 24 de marzo cayeron nuevamente en saco roto, la misiva fue el proyecto de ley presentado por los senadores del Frente de Todos.

¿Cuánto se evade?

Ocipex (Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior) brindó algunas pistas acerca de montos y porcentajes de evasión fiscal en relación al PIB en Argentina comparado con otros países en un Informe de coyuntura internacional de mayo de 2020.

Argentina es el quinto país con mayor volumen de evasión fiscal en el mundo y el cuarto en relación PBI/evasión. Ocipex señala “que los únicos países que están por delante de Argentina son muy pequeños y pobres, por lo que el volumen de evasión es al menos veinte veces menor en esos países. En comparación, cuadruplica el indicador de elusión con relación a su PIB respecto a Estados Unidos”. 

Como se ha podido comprobar desde el inicio de la guerra en Ucrania, el alto nivel de interdependencia de las Naciones, así como la desregulación de la cuenta capital, junto a las altas tasas de elusión y evasión fiscal arrojan a los países a situaciones más endebles frente a crisis externas. 

En el caso de América Latina, según la CEPAL, la elusión y evasión fiscal alcanzan en promedio el 6% del PIB de la región. Para poner en perspectiva esta cifra se puede citar el gasto en salud regional que es en promedio el 2,3% del PIB regional. 

El accionar de las multinacionales también merece un análisis por parte del Ocipex: “las multinacionales han enviado 741 mil millones de dólares a paraísos fiscalessiendo aproximadamente el 40% del total de sus ganancias. Esto genera un esquema completamente regresivo si tenemos en cuenta el gravamen relativo que reciben las grandes corporaciones transnacionales en relación con las que reciben los capitales productivos locales. En definitiva, el Estado se termina financiando mayormente de los segundos debido a la capacidad de los primeros de generar estas estructuras impositivas complejas que les permiten evadir y eludir en grandes volúmenes”.

La operatoria de estos grandes capitales se completa cuando en momentos de crisis, los de mayor necesidad de financiamiento, realizan su “flight to quality”: se trasladan a los países centrales. Lo cual genera una fuerte volatilidad en los países en desarrollo en cuanto al financiamiento y al valor de sus monedas, que usualmente terminan devaluadas frente al dólar.

“El movimiento irrestricto y fuga de capitales, sus destinos en paraísos impositivos, su articulación con las elites empresarias locales son un cimbronazo para los Estados soberanos que buscan mitigar las consecuencias sociales y humanas de esta crisis sin precedentes”, sentencia el informe y propone algunos caminos –similares al proyecto presentado esta semana– para salir de dicha encerrona.

Para brindar certezas en cuanto al financiamiento internacional y reducir la volatilidad, el Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior sugiere contar con información pública detallada de los procesos de endeudamiento y los movimientos de capitales a nivel local y global.

Las estrategias de regulación financiera podrán ser realizadas si se cuenta con estadísticas confiables y actualizadas a nivel global, para lo que es imprescindible la cooperación internacional en materia de transparencia y el arbitraje de organismos multilaterales. |

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig