"La invasión dura desde hace 27 días, un mes, y necesitamos otras sanciones y otras presiones para que Rusia no pueda abastecerse de reservas militares en Libia o Siria, y para que vuelva la paz", dijo el presidente de Ucrania Volodomir Zelenski, que fue recibido con los cerca de mil parlamentarios italianos puestos en pie y con un fuerte aplauso.
El mandatario ucraniano también advirtió de que el objetivo de Rusia es "influir a Europa" y "destruir sus valores, su democracia y sus derechos humanos", antes de añadir que "Ucrania es la puerta para el Ejército ruso porque quieren entrar en Europa".
Zelenski comenzó su discurso hablando de la conversación que mantuvo con el papa Francisco, a quien le dijo que "el pueblo se ha convertido en el Ejercito" de Ucrania para defender el país "del mal, la destrucción y el esparcimiento de sangre que está causando el enemigo".
Recordó que ya son 117 los niños asesinados desde que comenzó la guerra, que hay miles de heridos, decenas de miles de familias sin hogar, cientos de miles a quienes han destruido sus casas y millones de personas que han tenido que dejar su hogar "por una guerra que ha empezado sólo una persona", en referencia a Putin, a quien no mencionó.
El mandatario explicó que la ciudad portuaria de Mariúpol ha sido arrasada y la comparó con Génova, al pedir a los parlamentarios que imaginasen esa ciudad italiana, con su importante puerto, totalmente destruida y desde donde sus habitantes escapasen a pie o en autobuses.
También comparó Kiev, "una capital de la que nace la cultura de un gran pueblo" con Roma, y aseguró que en la capital ucraniana están "al límite de la supervivencia".
"En las ciudades cercanas a Kiev hay tropas rusas que torturan, violan y secuestran a los niños y se llevan nuestros bienes con sus camiones", denunció.
Advirtió que el ejército ruso ha minado las costas lo que "representa un peligro para todos los países cercanos" y recordó que gracias a la exportación de gas y petróleo se ha financiado la guerra durante los últimos diez años.
Zelenski subrayó que las consecuencias de la guerra se sienten ya en otras parte del mundo y que muchos empiezan a pasar hambre porque Ucrania era un gran exportador: "¿Cómo podemos sembrar bajo la artillería rusa, que destruye nuestros campos?. No podemos exportar maíz, aceite, trigo y todos estos productos necesarios. Los precios están creciendo y muchas personas van a necesitar ayuda".
Pidió a Italia que cierre sus puertas a todos aquellos que hacen propaganda "y que elegían este país para sus vacaciones", que sigan embargando sus cuentas, yates, inmuebles y activos, y que "no se permita ninguna excepción a ningún banco ruso".
También agradeció la acogida de Italia a los más de 70.000 ucranianos que han llegado al país huyendo de la guerra, entre ellos 25.000 niños, y a los hospitales que se están haciendo cargo de los heridos. "Sólo hay que detener a una persona para que sobrevivan millones", aseveró Zelenski.|
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