Ucrania rechazó el ultimátum ruso para entregar la asediada ciudad portuaria de Mariupol, informaron las autoridades.
Fue la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, quien rechazó el ultimátum ruso y exigió a Moscú abrir corredores humanitarios para facilitar la salida de unas 350.000 personas atrapadas en la devastada ciudad, donde hay marcada escasez de alimentos y medicamentos.
"No se puede hablar de entregar armas. Ya informamos de esto a la parte rusa", declaró Vereshchuk al diario Ukrainska Pravda y agregó que "es una manipulación deliberada y una auténtica toma de rehenes”.
El alcalde de Mariupol, Piotr Andryushchenko, también rechazó la oferta en una publicación de Facebook, según la agencia de noticias Interfax Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que las autoridades de Mariupol podrían enfrentarse a un tribunal militar si se ponen del lado de lo que describió como “bandidos” y "nacionalistas".
Los intentos anteriores de evacuar a los residentes civiles de Mariupol y otras ciudades ucranianas han fracasado o solo han tenido éxito en parte, y los bombardeos continúan mientras los civiles intentan huir.
Antes de la última oferta, un ataque aéreo ruso golpeó la escuela donde se habían refugiado unos 400 civiles y no estaba claro cuántas víctimas hubo, dijo el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en un discurso en video este lunes a primera hora. “Están bajo los escombros y no sabemos cuántos de ellos han sobrevivido”, dijo.
Rusia dio un ultimátum a las autoridades ucranianas para que las fuerzas de Mariupol se rindieran antes de las 5 (la medianoche en la Argentina).
"Llamamos a las unidades de las fuerzas armadas de Ucrania, batallones de defensa territorial y mercenarios extranjeros a detener las hostilidades, deponer sus armas", dijo Mijail Mizintsev, jefe del Centro Nacional de Control de Defensa de Rusia.
Mariupol, un puerto estratégico en el sureste, ha sido uno de los principales blancos de los ataques rusos. La ciudad es una conexión entre las fuerzas rusas en la península de Crimea y los territorios bajo control ruso en el norte y este de Ucrania y ha sufrido intensos bombardeos rusos desde el inicio de la invasión, hace 26 días.
Sin embargo, desde la vecina provincia de Donetsk, de comunidad rusoparlante que se declaró república independiente de Ucrania con apoyo del Kremlin y desde la invasión está prácticamente en todo su territorio en manos de las fuerzas rusas, se informó que en las últimas 24 horas un total de 466 personas, incluidos 89 niños, fueron evacuadas de Mariupol a su localidad de Bezimennoe.
"En las últimas 24 horas, desde las 8 del 20 de marzo hasta las 8 del 21 de marzo, 466 personas, incluidos 89 niños, fueron evacuadas de Mariupol a Bezimennoe del distrito de Novoazov", en Donetsk, comunicaron autoridades locales en su canal de Telegram, según recogió la agencia de noticias rusa Sputnik, que denomina a esta provincia como República Popular de Donetsk (RPD) luego de que el presidente Vladimir Putin así la declarara por ley.
En principio los evacuados fueron trasladados a un centro de asistencia instalado por el Ministerio de Situaciones de Emergencia de la provincia, añadió el reporte.
El autodenominado líder de la RPD, Denís Pushilin, confirmó hoy por la mañana que la evacuación de la población continúa.
"Los militares, voluntarios, ayudan a los civiles a llegar a los puestos adicionales, de los que las personas pueden trasladarse a un lugar seguro", dijo Pushilin.
Alrededor de 3,4 millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos, a lo que se suman unos 6,5 millones de desplazados dentro de Ucrania.
El 24 de febrero último Rusia lanzó una invasión militar a Ucrania bajo la justificación de que el gobierno de Zelenski venía cometiendo crímenes en Donetsk y en Lugansk, la otra provincia rusoparlante que se autoproclamó independiente, emplazadas en la región del Donbass .
Ambas venían sosteniendo un conflicto armado con las autoridades ucranianas a partir de que el gobierno de Kiev incumplió con los acuerdos firmados en Minsk, Bielorrusia, en 2014 y 2015, según los cuales debía garantizarles autonomía regional y el aprendizaje escolar del idioma ruso, entre otras cuestiones.
Desde 2015 a fines de 2021 la ONU tenía registrados unos 14.000 muertos a causa de este conflicto.
Ucrania, en cambio, adjudica la invasión a la intención de Rusia de querer aniquilar su identidad cultural y destituir a Zelenski para promover en su lugar a un dirigente cercano a Moscú.|