La intromisión de las fuerzas rusas en la frontera de Bielorrusia posibilitó que sus soldados tomaran el control de la planta nuclear que protagonizó la tragedia de 1986 en Chernobyl. Poco pudieron hacer desde las filas ucranianas para contener el ataque y las operaciones militares que están desarrollando allí el ejército invasor se desconocen al momento y generan preocupación en toda Europa.
Mijailo Podoliak, consejero en jefe del despacho del presidente ucraniano, manifestó que "Después de este ataque absolutamente insensato de los rusos, no es posible decir que la planta nuclear esté a salvo. Esta es una de las mayores amenazas para Europa actualmente" lo que encendió las alarmas a nivel global.
Poco tiempo antes, el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski, había informado que militares de su país estaban "sacrificando sus vidas" para evitar perder el control sobre la ex central nuclear, que está ubicada a 134 kilómetros de Kiev. A su vez, un asesor del Ministerio del Interior ucraniano reveló que, en caso de que sufra daños la instalación donde se almacenan los desechos nucleares, el material radioactivo podría extenderse también por países de la Unión Europea.
Según el experto en política rusa Marcelo Montes, Vladimir Putin es un hombre "táctico" y destacó que Moscú no tiene interés en prolongar este conflicto. La ofensiva militar de Rusia en Ucrania debería ser breve y "quirúrgica". El analista considera que la situación es diferente de la toma de Crimea, orquestada en 2014. En este caso, considera que la acción es delicada: "Es salir en defensa de un territorio ucraniano, habitado mayoritariamente por ucranianos y que supone un costo para las alicaídas finanzas del Kremlin".
Esta opinión fue compartida por el periodista y especialista en relaciones con Rusia Hernando Kleimans, quien consideró que Moscú no tiene interés en invadir Ucrania y podría servirse del modelo aplicado en Georgia en 2008, donde la intervención militar rusa en apoyo a dos regiones separatistas duró apenas cinco días. "Va a haber desarme y desinstalación de la estructura militar ucraniana para que quede esterilizada cualquier actitud bélica de Kiev", explicó Kleimans, quien descartó una anexión rusa de las regiones separatistas ucranianas.
Con respecto a la reacción de Estados Unidos y la OTAN, ambos analistas desecharon la posibilidad de una respuesta militar, que podría suponer un enfrentamiento nuclear con Rusia, y consideraron que se limitaría a nuevas sanciones económicas. "La OTAN aquí está navegando entre la apariencia de firmeza versus la inacción, porque finalmente ha sido sorprendida", manifestó Montes. En tanto, Heimans subrayó que las sanciones occidentales que se aplicaron y aplicarán son contra personas o bancos específicos, pero que a Rusia "ya no le hacen nada".
"El dólar ahí no tiene mucha relevancia (...) el sistema de comercio exterior ruso ya está adaptado", sentenció Heimans. No obstante, Montes recalcó que este aislamiento económico deja a Rusia "prácticamente en manos de China", dado que la asimetría entre las economías de ambos socios es "enorme" en favor de Beijing.
Para el especialista, el gigante asiático es el "gran ganador" de este conflicto de momento "focalizado", ya que no pone nada en juego "ni políticamente ni económicamente ni en materia de estructura". En cambio Moscú, explicó, se expone a un costo "muy alto" dentro de la comunidad internacional, si bien señaló que la intención de Putin es que Rusia "sea escuchada y se le respeten sus límites naturales".|