En el año 2006 el país se conmovió con el caso de “Norita” Dalmasso, que fue asesinada en su casa del barrio Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Desde un principio, la investigación fue entorpecida por la intromisión de alrededor de 20 personas que pasaron por la escena del crimen y terminaron contaminando la poca evidencia que se tenía. Incluso, en su momento se supo que un cura allegado a la familia llegó a tapar el cuerpo de la víctima “por la impresión que le causaba”, haciendo aún más desprolijo el peritaje.
“Norita” (51) residía con el traumatólogo Marcelo Macarrón (60), con quien tenía dos hijos, Facundo, quien por entonces vivía en la capital y Valentina, que para la fecha del asesinato, estaba de viaje.
El viudo siempre aseguró ser inocente y dijo que al momento del crimen él se encontraba en la ciudad uruguaya de Punta del Este donde disputó, y ganó, un torneo de golf junto a unos amigos. La investigación tuvo varias hipótesis que se contradecían y hasta se consideró que el propio hijo de Dalmasso, Facundo Macarrón, había viajado desde Córdoba Capital hasta la casa de sus padres para cometer el crimen.
Finalmente fue sobreseído, pero no dejó pasar la situación y en diciembre pasado realizó un descargo en una carta pública a los funcionarios judiciales que intervinieron en la pesquisa, al considerar que en 15 años arribaron a un “fracaso investigativo” a raíz de las “pésimas acciones y omisiones” que cometieron.
“Durante estos 15 años, mucho se habló, mucho se escribió, mucho se apuntó con el dedo a nuestra familia. Nuestro dolor es hoy mucho más grande por la impotencia que nos produce saber que ninguno de los fiscales intervinientes en la investigación buscó con seriedad ni profesionalismo al asesino de mamá. Ninguno de ellos se ocupó de darnos una respuesta como familia, y menos como sociedad”, sostuvo.
Misterio y fabulaciones
Lo cierto es que muchas teorías se gestaron a través de los medios de comunicación. Durante una primera etapa de la investigación se hablaba de que la víctima llegó a tener 18 amantes, otras teorías apuntaban a una relación con otra mujer. También se especuló con la posibilidad de que “Norita” haya levantado en su auto a un hombre misterioso, luego de tomar unas copas con sus amigas en una reunión. Hasta se habló de vínculos sexuales en el círculo íntimo de amigos de la pareja que vivía en Villa Golf.
Las hipótesis tampoco estuvieron muy alejadas de esta realidad. En principio, se trataba supuestamente de una relación con acceso carnal consentida, y se interpretó que algunas marcas en el cuerpo de la mujer se trataban de “chupones”. Luego, tuvo un giro rotundo cuando esas mismas pruebas fueron tratadas como una violación y las marcas corporales pasaron a considerarse lesiones producidas en el acto. A la vez, las primeras pruebas sobre muestras de semen fueron consideradas “mal tomadas” y que por lo tanto no servían. Tiempo después, se contradijo esta información: la evidencia no estaba mal, sino que el asesino era estéril por lo que culparon a un pintor llamado Gastón Zárate.
De todas maneras, esa línea se cayó rápidamente cuando se conoció que el muchacho no era estéril, que iba a tener un hijo y que la policía había obligado a un compañero suyo a declarar en su contra. Uno de los fiscales que tomó la causa, por su parte, elaboró la teoría de que se trataba de un asesinato por encargo y que la escena de la violación fue armada para despistar la investigación.
En diálogo con los medios, la madre de Nora Dalmasso sostuvo que para ella el crimen no había sido cometido por una sola persona, sino que había sido premeditado y planificado, ya que su hija y su yerno -Macarrón- estaban metidos con gente de mafias y clanes con los que la pareja compartía “asados y comilonas”.
Por lo pronto, el único imputado en la causa es Marcelo Macarrón, que al día de hoy asegura ser inocente y ya había manifestado su interés por llegar a la instancia de juicio, jugada riesgosa teniendo en cuenta que si lo declaran culpable, estaría sujeto a una condena de cadena perpetua. Los peritos hallaron en la escena del crimen el patrón genético del linaje Macarrón (haplotipo Y) y ese elemento fue utilizado primero para acusar a Facundo y posteriormente para apuntar al viudo, quien siempre reconoció que antes de viajar había tenido relaciones sexuales con su esposa.
Lo que se viene
Veinticuatro jurados populares serán seleccionados en el marco del debate oral al que será sometido desde el 14 de marzo próximo el traumatólogo Macarrón por el crimen. La audiencia comenzará a las 9 en la sede de la Cámara Primera del Crimen 2 riocuartense con la participación de los 48 preseleccionados la semana pasada mediante un sorteo electrónico del padrón de la Segunda Circunscripción Judicial. En forma presencial, las partes seleccionarán 24 jurados (8 titulares y 16 suplentes).
La audiencia es sin público y además de la fiscalía, querella y defensa, participarán funcionarios de la Oficina de Jurados Populares de Córdoba. Los voceros recordaron que cada una de las partes podrá objetar candidatos preseleccionados en función de distintos criterios.
A su vez, la selección deberá respetar el cupo por género, es decir que deberá haber igual cantidad de mujeres y de hombres. Aún no se fijó el número de testigos y de audiencias que tendrá el juicio. |