Luego de una semana de intenso trabajo con su equipo para limar detalles en el proyecto que enviará al Congreso para aprobar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, este viernes, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió con el presidente Alberto Fernández para repasar los resultados de las visitas a Rusia y China y repasar el estado de las negociaciones con el staff del organismo de crédito.
Luego del encuentro se confirmó que Guzmán no asistirá la próxima semana a Yakarta, Indonesia para participar en la cumbre de Finanzas del G20.
Desde que llegó de Asia, el titular del Palacio de Hacienda se abocó a trabajar en los detalles del entendimiento que anunció con el FMI, que valieron la renuncia del titular del bloque oficialista en Diputados, Máximo Kirchner, y con ella una ola de incertidumbre sobre la prosperidad del acuerdo en el parlamento.
Contra reloj, frente a un nuevo vencimiento de cerca de US$ 3.000 millones el próximo 22 de marzo, que no podrán saldarse con las reservas líquidas del Banco Central –en rojo– Argentina busca conciliar uno de los puntos que abrieron la discordia: los sobrecargos en las tasas de interés de los países que están endeudados por encima de su cuota, que representan cerca de US$ 1.100 millones anuales para la Argentina que recibió un megapréstamo de US$ 45.000 millones en la anterior gestión.
El planteo fue impulsado por Argentina y México, principalmente, en el mismo marco, el año pasado y se logró acuerdo por parte del foro internacional sobre “la necesidad de que el FMI realice una revisión de la política de sobretasas que aplica el organismo financiero internacional en sus créditos”.
“El FMI impone sobrecargos de 200 puntos básicos para los créditos pendientes de pago por encima del 187,5 % de la cuota y también de hasta 100 puntos básicos que dependen del tiempo que se tarda en pagar el crédito pendiente; en algún momento, esta política fue una forma de abordar las preocupaciones sobre el riesgo moral; esto no es lo que está sucediendo ahora”, explicó Guzmán durante su discurso ante sus pares.
Ahora será Sergio Chodos, representante de la Argentina ante el FMI, quien deberá insistir con este y otro de los planteos realizados en el encuentro anterior: se trata de la creación de un instrumento financiero que alivie a los países de ingresos bajos y medios.
El encuentro es una nueva oportunidad para dialogar con referentes de un pequeño pero poderoso grupo de países que conforman el directorio del Fondo, Alemania, Japón y Estados Unidos, que esgrimen una posición rígida respecto a las reformas estructurales que debe realizar la Argentina, como contrapartida de la negociación de un plan de facilidades extendidas. En algunos puntos como la Reforma Previsional, Guzmán logró avanzar, pero otros como la gestión de los subsidios, que engrosan el déficit fiscal, generan incertidumbre local e internacional.
Gerry Rice, portavoz del FMI confirmó que Kristalina Georgieva, directora general del FMI, y Gita Gopinath, la número 2 de la institución, participarán de forma virtual, con el objetivo de obtener respaldo de los países del G20 a sus propuestas dirigidas a reforzar el marco de reestructuración de deuda de los países pobres. Sin la ayuda del G20 algunos países corren riesgo de “un colapso económico”, dijo Georgieva a fines de 2021.
Al encuentro, que se desarrollará entre el martes 15 y el viernes 18 de febrero en Yakarta, capital del país insular asiático, tampoco asistirá el Canciller, Santiago Cafiero, ni el titular del BCRA, Miguel Pesce.
La falta de funcionarios de primera línea le quita protagonismo a la participación de Argentina en la Cumbre de Finanzas, sin embargo, se descarta que Chodos, que lleva adelante las reuniones con los técnicos del FMI, hará una buena representación de la Argentina frente a los líderes del mundo.
Con el camino hallando en el escenario político, a partir del anuncio de apoyo que hizo la oposición, Fernández confía en que el proyecto final que definirá Guzmán para elevar al Congreso será aprobado y evitará el default. |
