“Quiero anunciarles que el gobierno de la argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, anunció el presidente Alberto Fernández en un mensaje grabado en la Residencia de Olivos que fue difundido esta mañana ante la expectativa de los mercados.
Con los jardines de fondo, el mandatario no dio detalles sobre el esperado acuerdo, aunque destacó que “no nos condiciona” el crecimiento. También anunció que lo enviará al Congreso para su estudio y posterior aprobación, un pedido que habría hecho el propio organismo de crédito.
El Gobierno esperaba llegar a un entendimiento con el FMI para refinanciar el préstamo de más de 40.000 millones de dólares solicitado en 2018 por el entonces presidente Mauricio Macri. El acuerdo llegó al límite de la fecha de tener que afrontar un vencimiento que, de no pagarse, acercaría al país a un ‘default’ de su deuda con el organismo.
Fernández lleva más de un año de conversaciones con las autoridades del organismo internacional y desde hoy comenzaba a operar un vencimiento por unos 1.100 millones –previos a los casi 3.000 millones que vencen en marzo– que tenía como fecha tope el martes. Todo en un escenario marcado por las menguadas reservas de dólares del Banco Central.
Datos sobre el alcance del acuerdo
“Gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Sufríamos un problema y ahora tenemos una solución, teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles y ahora tenemos un camino que podemos recorrer”, dijo el mandatario durante su discurso. Y explicó que “sin un acuerdo no teníamos un horizonte de futuro. Con este acuerdo podemos ordenar un presente y construir un futuro”.
En comparación con otros anteriores que la Argentina firmó, dijo el Presidente, “este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo, no restringe, no limita, no condiciona los derechos de nuestros jubilados –que recuperamos en el año 2020–, no nos obliga a una reforma laboral, promueve nuestra inversión en obras públicas, no nos impone llegar a un déficit cero, no impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social, y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología”.
Además, señaló que el nuevo pacto con las autoridades del Fondo permitirá que el país pueda “acceder a nuevos financiamientos”. “Este entendimiento prevé la recuperación económica ya iniciada. Prevé que no habrá caída del gasto real, y sí un aumento en la inversión de la obra pública del Gobierno nacional. Tampoco dispone saltos devaluatorios”, aclaró.
Un nuevo escenario
En las últimas semanas, la posibilidad de incurrir en un cese de pagos más de los tantos que ha tenido el país en su historia, ha impactado en los mercados, con los bonos argentinos a la baja y aumento del riesgo país; mientras el dólar batía récords ante el siempre devaluado peso tanto en las cotizaciones oficiales como en el mercado informal.
Ese era el panorama en tiempo real hasta hoy. “Sin el acuerdo las posibilidades comerciales, económicas y de financiación que nuestra nación necesita, estarían seriamente limitadas”, dijo Fernández durante el anuncio y subrayó que “este acuerdo, no nos condiciona. Podremos actuar ejerciendo nuestra soberanía y llevar adelante nuestras políticas de crecimiento, desarrollo y justicia social”. Y señaló que “es un acuerdo basado en la confianza del mundo en nuestras capacidades”.
Fernández también sostuvo algo que venía diciendo desde que comenzaron las negociaciones para renegociar el millonario crédito del gobierno de Cambiemos: “Tenemos que crecer para poder pagar, de otro modo no era posible, de otro modo tampoco será posible. Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente y sin futuro. Ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”.
Casi al finalizar, el presidente envió un mensaje, según se puede interpretar, a todo el arco político: “La historia juzgará quién hizo qué. Quién creó el problema y quién lo resolvió. Los invito a mirar hacia adelante sin olvidar el pasado. Había un problema gravísimo, urgente, y ahora tenemos una solución posible y razonable. Es tiempo de unirnos en las soluciones y no dividirnos en los problemas”. |