Vaca Muerta, la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales del país, logró en noviembre pasado niveles récord de actividad. El precio del petróleo y las inversiones que prevé realizar el Gobierno para el próximo año elevan el potencial exportador de la firma estatal.
La cantidad de etapas de fractura -una forma técnica de medir la actividad en yacimientos no convencionales- fue de 1.122 el mes pasado en Vaca Muerta, de acuerdo con datos recopilados por Luciano Fucello, gerente en Argentina de la firma NCS Multistage, que presta servicios en el sector de hidrocarburos.
Los datos superan la anterior marca histórica registrada en mayo último (1.079 etapas de fracturas) y confirma la tendencia creciente de actividad en Vaca Muerta verificada a lo largo de este año, tras el retroceso observado en 2020 debido a la pandemia por Covid-19, que en noviembre fue de 545 etapas de fracturas.
El secretario de Energía, Darío Martínez, destacó este récord como una “gran noticia porque muestra el crecimiento de un sector esencial para la reconstrucción argentina”.
El aumento de la actividad en Vaca Muerta está ligado a mejores precios internacionales del petróleo que las empresas con capacidad para exportar buscan aprovechar y a los incentivos que el Gobierno otorga al gas natural mediante el plan Gas.ar, puesto en marcha hace un año.
Vaca Muerta, con epicentro en la provincia de Neuquén, es la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo.
Tan solo se ha desarrollado un 7 % de su potencial y en 2020 se vio muy afectada por la fuerte caída en la demanda de hidrocarburos en el contexto de la parálisis económica que trajo la pandemia, pero este año se verifica un fuerte impulso en la actividad de perforación y extracción.
Más inversiones
El récord de etapas de fractura en Vaca Muerte en noviembre coincidió con varios anuncios de inversión en la formación, entre ellos uno por 117 millones de dólares por parte de la estatal argentina YPF y la noruega Equinor en el bloque de petróleo no convencional de Bajo del Toro Norte y otro, por 300 millones de dólares hasta 2023, por parte de YPF y Shell para el desarrollo masivo del bloque Bajada de Añelo.
También se anunció el desembarco en Neuquén de Patagonia Energy, petrolera creada por el grupo chileno Megeve, propiedad de la familia Solari Donaggio, para hacerse cargo de una concesión convencional, pero “estratégicamente localizada” sobre Vaca Muerta.
Además, este jueves, el presidente de YPF, Pablo González, anunció que la mayor productora de hidrocarburos de Argentina planea realizar inversiones en 2022 por 3.600 millones de dólares -un 30 % más que en 2021-, con foco en Vaca Muerta.
Gasoducto clave
En la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina, González destacó la importancia del nuevo gasoducto que Argentina se apresta a licitar para solucionar el “cuello de botella” que existe para transportar el gas que se extrae de Vaca Muerta.
“Tenemos los dos gasoductos Neuba colapsados. No tenemos sistema de transporte para seguir creciendo en gas”, dijo el presidente de YPF al celebrar la decisión de construir un nuevo gasoducto, con potencial, incluso, para exportar a Brasil.
El Gobierno argentino ha destacado que esta obra permitirá ampliar la capacidad de transporte del sistema argentino de gasoductos, además de potenciar la capacidad exportadora de gas a países vecinos y generar un mayor ahorro fiscal y de divisas anuales. |