El sector de desarrollo de videojuegos viene experimentando un crecimiento sostenido en los últimos años que se vio acelerado por la pandemia y su impacto global a nuevas formas de consumo de entretenimiento. El resultado no sólo se refleja en el éxito de grandes empresas que siguen expandiéndose y mejorando su calidad productiva, sino en pequeñas desarrolladoras con trayectoria que, actualmente, lograron consolidarse.
Las medidas de restricción y aislamiento dispuestas por los gobiernos para hacerle frente a la pandemia hicieron crecer el consumo de videojuegos a nivel global, impactando en los desarrolladores argentinos con más demanda de servicios y nuevos proyectos. Se espera que el complejo tecnológico que el último año facturó US$ 86.716.560 y emplea a más de 2.000 personas de diversos perfiles, alcance los US$120 millones para 2025.
En el plano global, un trabajo de PwC sobre entretenimiento marca que los ingresos del segmento de videojuegos y e-sports continúan con un crecimiento acelerado, al haber alcanzado globalmente los US$147.700 millones en 2020 a una tasa de crecimiento anual del 5,7%. “Se espera que este segmento se convierta en un negocio global de casi US$200.000 millones para 2025”, destaca el informe privado.
Atentos al escenario presente y el potencial que despierta la actividad, los diputados José Luis Ramón, Flavia Morales y Pablo Carro junto a la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (Adva), presentaron un proyecto de ley de fomento a la industria de los videojuegos que busca promover su progreso. “La creación de este proyecto, viene a saldar una deuda con la industria de desarrollo de videojuegos que se encuentra en un proceso de crecimiento sostenido a lo largo de los últimos 15 años”, indicó un vocero de la propuesta.
En ese sentido, entre los principales objetivos se pretende lograr una industria independiente, competitiva, generadora de propiedad intelectual y capaz de exportar su producción. Además, la iniciativa plantea mejorar la interacción entre las distintas industrias que hacen al proceso de desarrollo de videojuegos, fomentar la investigación, generar puestos de trabajo de calidad, crear y ampliar la oferta académica en la materia, atraer inversores, mejorar la productividad del sector y contribuir a la creación de políticas públicas.
Aumentar en cantidad y calidad
Entre las medidas de fomento, que van desde líneas de subsidios reintegrables y no reintegrables, líneas de crédito y de financiamiento especiales, propone, por ejemplo, la devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado correspondiente a la adquisición de los bienes y servicios adquiridos en Argentina con destino al desarrollo de videojuegos nacionales; la libre disponibilidad de divisas del 50% provenientes de la exportación y acceso al Mercado Libre de Cambios; y la compensación por retenciones del impuesto a las ganancias en el exterior.
“Se busca acompañar a un sector que, sin importar los vaivenes macroeconómicos, viene creciendo fuertemente en facturación”, indicó a N&P Mauricio Navajas, secretario de Adva y destacó que “es una industria netamente generadora de empleo y exportaciones”.
“Este proyecto –contó - básicamente pone el eje en las propiedades intelectuales porque la verdadera internacionalización no está simplemente en ofrecer servicios, esto se enriquece más cuando son videojuegos propios que salen al mercado” que hoy, a nivel masivo, está lejos de Latinoamérica, en Estados Unidos, Japón y China, principalmente.
Navajas agregó que la medida de promoción apunta a un público joven ya que el promedio de edad de los trabajadores de la actividad ronda los 27 años. A raíz de la pandemia, como sucedió a nivel global, la demanda de entretenimiento digital creció exponencialmente y en Argentina ha generado más desarrollo de nuevos videojuegos. “Si esto se acompaña con una ley vertical, centralizada en el sector, no sólo derrama en el área privada sino en aplicaciones para salud o la educación a partir de formar recursos humanos como talento”, opinó el directivo de Adva.
Otra de las herramientas que impulsa el proyecto es la creación de un Fondo de Fomento a la Industria Nacional de Desarrollo de Videojuegos, quien se encargará de otorgar las medidas de fomento. A su vez, se plantea la creación de un Sistema de Calificación de Videojuegos Nacionales, un Registro de Empresas de Desarrollo de Videojuegos y un Observatorio Nacional de Desarrollo de Videojuegos.
El último punto tiene como meta generar conocimiento a partir de la obtención de métricas periódicas del sector, que permitan conocer las necesidades de la industria de desarrollo de videojuegos y de quienes la conforman, favoreciendo la proposición y gestión de políticas públicas con perspectiva de género.
“Nos parece un proyecto muy interesante y que contribuye al fomento a la industria, pero también es necesario resaltar que la propuesta sobre derivación de recursos económicos está orientada a dar soporte a organizaciones que brindan arquitectura informática y de software, por lo que no engloba a la totalidad del sector”, advirtió Sergio Morales, Director Financiero de Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos de Argentina (ADEEMA).
Y puso el foco en la “problemática” de las exportaciones de servicios que “sigue latente” ya que, según precisó, “continúa siendo para la mayoría de los desarrolladores y/o programadores una motivación insuficiente para la plena facturación local en vez de en el extranjero”.|