El acuerdo pretende acelerar la lucha contra el cambio climático y perfilar las bases de su futura financiación, aunque sin garantizar el objetivo de limitar el calentamiento global a +1,5 ºC, a la vez que hace un llamado a la reducción del uso de los combustibles fósiles.
“Pedimos a las naciones que se unieran por nuestro planeta en la COP26 y han respondido a esa llamada”, afirmó el premier británico Boris Johnson, anfitrión de la conferencia sobre el clima de la ONU, en un comunicado. Si bien calificó al acuerdo como “un gran paso adelante”, reconoció que aún “hay un enorme trabajo por hacer en años venideros” para limitar a 1,5°C el calentamiento del planeta y se comprometió a seguir trabajando para conseguirlo.
También la Unión Europea (UE) celebró que el pacto de la COP26 mantenga “vivos los objetivos del acuerdo de París”y brinda la oportunidad de limitar el calentamiento global a 1,5°C. “Avanzamos en los tres objetivos que nos habíamos fijado al inicio de la COP26”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, según reprodujo la agencia de noticias AFP. “Pero no debemos perder tiempo, aún nos espera un trabajo difícil”, admitió.
Menos entusiasmado se mostró el secretario general de la ONU, António Guterres, quien celebró los “pasos hacia adelante” adoptados por la COP26, pero consideró que “no son suficientes” y el mundo sigue a las puertas de una “catástrofe climática”. En Glasgow no se consiguió “el fin de las subvenciones a las energías fósiles, la salida del carbón, poner un precio al carbono”, indicó.
“El resultado de la COP26 es un compromiso que refleja los intereses, las contradicciones y el estado de la voluntad política en el mundo actual”, lamentó el diplomático portugués en Twitter y sentenció: “Es hora de pasar al modo de emergencia. La batalla climática es la lucha de nuestras vidas y esa lucha debe ganarse”.
En tanto, la joven activista sueca Greta Thunberg criticó en la misma red social una cita que fue puro “bla-bla-bla” y afirmó que “el verdadero trabajo” continúa fuera del recinto: “Y nunca, nunca nos rendiremos”, tuiteó.
La ONG de origen británico Oxfam destacó, por su parte, que se haya acordado por primera vez un objetivo para la financiación de la adaptación, pero señaló que el balance general ha sido negativo.
“Este resultado irrisorio es como hacer oídos sordos al sufrimiento de millones de personas tanto ahora como en el futuro”, dijo la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Gabriela Bucher, quien consideró que “algunos líderes mundiales piensan que no viven en el mismo planeta que el resto”.
“El clima extremo ya está arruinando la vida de las personas más vulnerables (...). Las personas más pobres del mundo son los que menos han hecho para provocar la emergencia climática, pero son las que tiene que luchar por sobrevivir y al mismo tiempo pagar la factura”, subrayó, en un comunicado.
También Amnistía Internacional denunció el “fracaso catastrófico” que supone el acuerdo alcanzado en la COP26.
“Los líderes han traicionado catastróficamente a la humanidad en su conjunto y no han logrado proteger a los más afectados por la crisis climática”, indicó la ONG en un comunicado, en el que lamentó que hayan prevalecido “los intereses del combustible fósil y otras poderosas empresas”.
Con este acuerdo de mínimos “condenan a más de 500 millones de personas, la mayoría en el sur global, a no tener suficiente agua y a cientos de millones de personas a olas extremas de calor”, agregaron.
Un poco más clemente se mostró la directora ejecutiva de Greenpeace, Jennifer Morgan: “Es tímido, es débil y el objetivo de 1,5ºC apenas sigue vivo, pero se manda una señal de que la era del carbón está acabando. Y eso es importante”, expresó en Twitter. |