Los cambios siempre traen alegría, pero también tristeza y eso es algo de lo que ocurrió en la familia de Lionel Messi después de que el crack no pudiera continuar su carrera en el Barcelona. En ese instante, el jugador reconoció que fue duro darle la noticia a la familia y contó cómo reaccionaron sus hijos y su esposa. “Antonela estaba mal, pero me acompaña a donde sea, me bancó y me apoyó. Estamos preparados para lo que surja. Es un momento de felicidad para mi familia y para mí, después de días difíciles, de lo duro que viví en Barcelona”, confesó en esa época.
Inclusive, para el mejor jugador del mundo, fue difícil decirles a sus hijos, los cambios que como familia iban a vivir: “Tuve que hablarles de Euro Disney, la Torre Eiffel, el estadio”, indicó. Además, dijo que “al que más le costó fue a Thiago”, su hijo mayor, que está grande y entiende un poco más.
Pero tres meses después se puede decir que el agua pasó y que juntos están paleando la tormenta. “Todavía nos estamos adaptando, pero estamos construyendo nuestra base acá conociendo a más gente y sintiéndonos cada vez más en casa", remarcó la esposa de Leo. Pero tal como ocurre dentro de la cancha, Leo continúa adaptándose a su nuevo equipo y a una nueva liga, y fuera del campo de juego, la familia se acomoda luego de la obligada y abrupta mudanza desde Barcelona.
"Barcelona siempre ha sido nuestra casa y los recuerdos y los momentos vividos allí han sido maravillosos. Son ciudades muy distintas, pero cada una tiene su propio encanto. Esta ciudad tiene mil rincones entrañables y todavía me queda mucho por descubrir, pero, por ejemplo, uno de mis sitios favoritos y un plan ideal con los peques es Le Jardin d'Acclimatation", dijo la morocha sobre el parque de atracciones infantiles donde pasa el tiempo con Thiago, Mateo y Ciro, los hijos que tiene con La Pulga.
En otro orden de cosas, el idioma es un factor primordial de adaptación a un nuevo lugar: "para ayudar a la adaptación, una de las cosas que me gustaría es aprender francés. Es una maravillosa oportunidad y por eso no dudé en empezar. Prácticamente no sé nada y, poco a poco, voy acostumbrándome al idioma", resaltó la rosarina.
"Es una lengua difícil porque tiene muchas excepciones y hay mucha letra pequeña, pero voy mejorando. El truco es vivir aquí, estar atenta, querer aprender y realizar clases particulares con profesores nativos", opinó en declaraciones a la revista Hola. En todo momento, la familia Messi siempre estuvo cerca del mejor futbolista del mundo. Son su cable a tierra, los que mejor lo conocen y los que lo hacen sentir el hombre más feliz del mundo.|