En un solo procedimiento, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ejecutó el mayor decomiso de granos de su historia, a través de la Dirección General Impositiva (DGI) que logró secuestrar más de 8.100 toneladas de maíz que se encontraban almacenadas en distintos depósitos del puerto bonaerense de Campana.
Según informaron desde la cartera que conduce Mercedes Marcó del Pont, la empresa identificada pretendía exportar la mercadería a Uruguay en barcazas.
Respecto a la carga el organismo aclaró que la cantidad equivale a unos 300 camiones. En ese sentido, se calcula que una barcaza del tipo Mississippi, de 60 metros de eslora por 11 de manga, puede transportar 1.600 toneladas de carga, lo que ocuparía 40 vagones de ferrocarril u 80 camiones. Lo que permite calcular que esta operación ilegal se llevaría adelante en más de 3 viajes hacia lo puertos del país vecino.
En relación al valor de mercado del maíz decomisado la Afip informó que supera los $ 160 millones, de acuerdo a los precios de plaza vigentes y estimó que la evasión supera los $ 65 millones.
Sobre el operativo realizado por Afip –DGI en galpones de un depósito fiscal en el puerto de Campana, fuentes oficiales indicaron que, como primera medida, se decidió la interdicción de los granos para investigar su origen y señalaron que la fiscalización avanzó a partir de detectar inconsistencias en el origen del maíz. Por ese motivo, las áreas operativas solicitaron información sobre los productores que enviaron el maíz al exportador de manera directa a Campana.
Como resultado, “la pesquisa permitió detectar productores que carecían de cualquier tipo de capacidad operativa”, indicó la agencia de noticias Télam y confirmó que también se identificaron productores, que habían sido inscriptos recientemente en los registros, que no podían justificar el cereal de la campaña comercializada.
Asimismo, se constató la adulteración en algunas cartas de porte utilizadas, que son la documentación obligatoria para transportar granos dentro del país, y que al momento del operativo eran en formato papel. Ahora esa documentación fue digitalizada para, entre otras mejoras, dificultar este tipo de maniobras.
El decomiso total de las más de 8.100 toneladas de maíz se concretó a comienzos de esta semana; ahora el organismo espera la decisión judicial para avanzar en disponer la mercadería para hacer la liquidación, que en estos casos de realiza a través de una subasta y, en línea con la norma vigente, lo recaudado se destina al Ministerio de Desarrollo Social.
En los últimos meses, a partir el debate que generó la nueva concesión de la Hidrovía Paraná – Paraguay, el principal corredor por donde circula más del 80% de las exportaciones del país, la evasión de granos por vía fluvial se colocó en el centro de la polémica.
La situación que circulaba por lo bajo, cobró fuerza a partir de denuncias de actores políticos sobre la falta de fiscalización del Estado sobre los despachos al exterior que se realiza a partir de declaraciones juradas. Se estima que cerca del 20 por ciento de las exportaciones de granos y productos derivados oleaginosos al mundo no se declara en el país.
Desde que inició la gestión, la Afip buscó intensificar los controles a partir de las herramientas de fiscalización, tanto con inspecciones como con medidas administrativas que evitan la evasión y la sobrefacturación.|