“La reina ha aceptado a regañadientes el consejo médico de guardar reposo durante los próximos días”, afirma el texto difundido esta mañana y agrega: “Su majestad se encuentra de buen humor y está decepcionada por no poder visitar Irlanda del Norte, donde tenía previstos una serie de compromisos hoy y mañana. Espera poder concretar la visita en el futuro”.
Según consignó Associated Press, Isabel descansaría en el Castillo de Windsor, la residencia real ubicada a unos 40 kilómetros al oeste de la ciudad de Londres donde la monarca se aloja desde que comenzó la pandemia de Covid. El comunicado del palacio de Buckingham se conoció apenas unos días después de que su majestad fuera vista con un bastón en un servicio religioso en la Abadía de Westminster por el centenario de la Real Legión Británica, una organización benéfica de las fuerzas armadas. Antes, se la había fotografiado con un bastón en 2003, después de una cirugía de rodilla.
A pesar del contexto de pandemia y del fallecimiento en abril de su marido Felipe, motivos por los que especuló que podría vérsela menos en público, Isabel asistió a numerosos compromisos últimamente. El martes, de hecho, celebró audiencias con diplomáticos y participó de una recepción de líderes corporativos globales en el Castillo de Windsor. Entonces, se mostró sin bastón y sonriente junto al primer ministro Boris Johnson.
La semana pasada, la revista Vanity Fair reveló que, también por recomendación médica, Isabel deberá dejar de tomar su Martini vespertino, que según su entorno es “uno de sus pocos placeres” a esta altura de la vida. Según dos fuentes cercanas a la monarca, los doctores le aconsejaron renunciar al alcohol excepto en ocasiones especiales para asegurarse de que está lo más saludable posible para su apretada agenda de otoño y antes de las celebraciones del Jubileo de Platino el próximo junio.
“A la reina le dijeron que deje de beber por la noche, que suele ser un Martini”, confirmó un amigo de la familia y agregó: “No es un gran problema para ella, no es una gran bebedora, pero parece un poco injusto que en esta etapa de su vida tenga que renunciar a uno de los pocos placeres”.|