Luego de reunirse con el Presidente de la Nación, el titular de Trabajo, Claudio Moroni, brindó detalles sobre la modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias que, por pedido del Gobierno, pasó de 150.000 a 175.000 pesos brutos mensuales y continuará impactando, solamente, sobre un 10% del total de asalariados registrados.
Esta mañana, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) reglamentó la modificación que comenzará a regir con los salarios de septiembre que se pagan en octubre e informó que quedará excluido del cálculo del impuesto el Salario Anual Complementario que se abona en diciembre.
De esta forma, quienes perciban una remuneración bruta mensual de hasta $175.000 no se verán alcanzados por el tributo. “La modificación en el Impuesto a las Ganancias es una herramienta que apuntala la recuperación del poder de compra de los salarios de las trabajadoras y los trabajadores. Los cambios se suman a las distintas medidas impulsadas por el Gobierno para fortalecer el proceso de recuperación económica”, indicó la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
El procedimiento fiscal, también contempla que las personas con remuneraciones mensuales entre $175.000 y $203.000 brutos afronten una menor carga tributaria, y exime del pago correspondiente al Sueldo Anual Complementario a las trabajadoras y los trabajadores cuya remuneración promedio mensual del segundo semestre no supere los $175.000.
La Resolución General N° 5076 de la AFIP reglamenta el Decreto 620/2021 actualizó los valores de la deducción especial “para promover que el Impuesto a las Ganancias no neutralice los beneficios derivados de la política económica y salarial asumida por el Gobierno en orden a dar sostenibilidad al poder adquisitivo de los salarios y fortalecer la demanda interna”, destacaron desde la AFIP.
Junto a la actualización que beneficia a 1,2 millones de asalariados, para que el dinero que queda en el bolsillo de los trabajadores no se vuelque al dólar, la cartera que conduce Martín Guzmán, reglamentó la ley que amplía las exenciones de ganancias y de bienes personales para incentivar el ahorro en moneda local.
Se trata de la ley 27.638 que promueve la utilización de instrumentos de ahorro en pesos, otorgando desgravaciones impositivas al ahorro en moneda local, asegurando mayor liquidez al sistema y financiamiento para el sector privado.
La norma, que fue reglamentada a través de un decreto publicado ayer en el Boletín Oficial con la firma del presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, busca que “la Argentina cuente con un sistema tributario más progresivo, más justo, más federal y con más oportunidades para todos los argentinos y argentinas”, indicaron desde el Gobierno.
En ese sentido, el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias, destacó las acciones que realiza el gabinete “para reconstruir el mercado de capitales en nuestra moneda” que “habíamos encontrado destruido”, señaló. Además, aclaró que “el alivio impositivo para los ahorros en pesos es vital para canalizar esos recursos al sector productivo, sumar inversiones y generar trabajo genuino”.
El Secretario aseguró que la norma que contemplan exenciones en el Impuesto a las Ganancias para depósitos con cláusulas de ajuste y para instrumentos financieros destinados a fomentar la inversión productiva, fortalece el ahorro en moneda local. “Seguimos consolidando un sistema tributario más progresivo, más justo, más federal y con más oportunidades para todos y todas”, agregó.
Las exenciones en Ganancias buscan promover el ahorro en pesos, eliminando la discriminación tributaria que tenían ciertos instrumentos financieros y, al mismo tiempo, establece la eximición en el Impuesto a los Bienes Personales para la tenencia de cuotapartes en fondos comunes de inversión y fideicomisos financieros (cuyos activos estén exentos), obligaciones negociables y otros instrumentos destinados a la inversión productiva y en infraestructura denominados en pesos.
Desde Economía destacaron que la ley no elimina ninguna de las exenciones vigentes, sino que amplía el alcance a más instrumentos y expresaron que “busca seguir consolidando el mercado de capitales doméstico para el financiamiento del desarrollo, que canalice de manera estable y sostenida los ahorros de la sociedad argentina hacia destinos productivos”.
Además de apuntar a mejorar el empleo, la norma se alinea con la política tributaria que inició el Gobierno con la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva, al generar incentivos para reducir la alta exposición de la economía argentina a las variaciones en el precio del dólar, y promover que la producción nacional pueda expandirse sin restricciones.|