Las futuras memorias de cómo el príncipe Harry se convirtió "en el príncipe que soy hoy", como las presentó, están causando lógica inquietud en Buckingham, donde temen que un libro llegue bastante más lejos que la entrevista con Oprah Winfrey que puso a la realeza contra las cuerdas. Sin embargo, un portavoz del duque de Sussex aseguró que Harry había hablado con "miembros de su familia", sin especificar.

De paso, el mismo portavoz señaló que Harry no necesita el permiso de su abuela, la reina de Inglaterra, para publicar las memorias, de nuevo sin especificar si ese permiso se ha pedido o no. Técnicamente es cierto: Harry ya no es miembro en activo ni en reserva de la familia real británica por decisión final de su padre, Carlos de Inglaterra; de su hermano, el príncipe Guillermo; y de su abuela.

Por parte de Buckingham, la respuesta oficial al anuncio de la publicación de las memorias, previstas para 2022, y por las que Harry se habría embolsado un adelanto de 17 millones de euros, ha sido la misma a todos los medios que han preguntado: "no es algo que vayamos a comentar". Sin embargo, los tabloides con acceso a cortesanos cotillas cuentan una historia extraoficial: que en palacio se plantean no invitar ni a Harry ni a Meghan al Jubileo de platino de la reina que se celebrará el año que viene.

Serán cuatro días de festejos celebrando los 70 años en el trono de la monarca, pero que coincidirán más o menos en el tiempo con el lanzamiento de las memorias de Harry, donde posiblemente ajuste cuentas con su familia por asuntos en los que se ha sentido siempre damnificado: la muerte de su madre, Diana de Gales; la desprotección a su mujer; y los comportamientos "racistas" de algún miembro de la familia, como denunciaron en la entrevista.|