Corrían las tres de la madrugada del sábado 3 de julio y era la segunda noche de ocio nocturno desde que se levantó la restricción por la pandemia de coronavirus en Galicia. Samuel Luiz Muñiz estaba con tres amigos: Lina, Diego y Andrea en Andén, uno de los pubs del paseo marítimo de Coruña.
En determinado momento, Lina y Samuel salieron del establecimiento para fumar y una videollamada entre Lina y Vanessa (su pareja que había quedado en casa) fue la chispa de la agresión por parte de un grupo de jóvenes que creyeron que los estaban filmando. "O paras de grabar o te mato, maricón", le dijo un joven a Samuel y frente a la contestación "¿Maricón de qué?" el muchacho lo golpeó, luego se sumaron otros y formaron una manada de al menos trece individuos que pegaron con puños y patadas a Samuel, sin que él pudiera defenderse. Los servicios de socorro no lograron reanimarlo y el sábado por la mañana falleció.
A pocas horas del hecho, un tuit realizado por una amiga de Samuel afirmaba que lo habían matado “por su orientación sexual”, esto terminó incendiando las redes sociales, donde mayoritariamente se dio por hecho que se trató de un asesinato por homofobia. Sin embargo, desde el Gobierno de Coruña, señalan que “La Policía Nacional está barajando diferentes líneas de investigación. En ese sentido, no se descarta ni se confirma" que se trate de un crimen de odio.
Lo concreto es que las multitudinarias marchas que se realizaron los días siguientes en diferentes ciudades, fueron encabezadas por grupos LGBT y defensores de los derechos humanos quienes ,como broche de oro y lejos de ser escuchados y apoyados en la búsqueda de justicia, fueron fuertemente reprimidos por la Policía en Madrid, lo que también fue repudiado como reflejo del rechazo y la fobia hacia ese colectivo.
“Ninguna muerte más por odio, intolerancia y discriminación”
Con este lema, la brutal agresión que segó la vida de Samuel Luiz desató protestas del colectivo LGBT en varias ciudades españolas como Aragón, Asturias, Castilla y León, Cataluña, Castilla- La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana, La Rioja, Andalucía, Extremadura y Madrid.
Con una concurrencia de alrededor de 3000 personas, una representante del colectivo Avante LGBT+ abrió una intervención en la Puerta del Sol de esa última ciudad aclarando que, aunque las investigaciones policiales continúan, es innegable que asesinaron “a uno de los suyos” y advirtió que hace pocos días una pareja homosexual fue atacada en A Coruña, así como también una mujer trans en Santiago una noche después del crimen de Samuel.
“Su amor vale más que vuestra violencia”, rezaba uno de los carteles que alzaban las amigas del joven y portaban camisetas con el hashtag #JusticiaparaSamuel, mensaje que inundadó las redes sociales desde el sábado 3 de Julio denunciando el asesinato. “No lo han matado, lo han asesinado”; “fuera fascistas de nuestros barrios”; “a Samuel lo han matado por ser maricón”, fueron otras de las consignas de la manifestación colmada por banderas arcoíris.
Repudio contra el accionar policial
Este lunes la Policía Nacional cercó a los manifestantes en el cruce entre las calles Alberto Aguilera y Princesa, en la zona madrileña de Argüelles para que la movilización no pudiera continuar su marcha hacia La Moncloa o la plaza de España. Allí se produjeron cargas policiales hacia algunos de los asistentes con enfrentamientos entre manifestantes y agentes que intentaron desalojarlos de la vía pública.
Las manifestaciones, que se desarrollaron sin inconvenientes durante toda la jornada del lunes, culminaron con una fuerte represión policial. A partir de distintos videos publicados en redes sociales, se pudo observar que agentes uniformados atacaron a golpes con palos a manifestantes e intentaron arrestar a quienes se negaron a abandonar las calles.
La investigación
Las cámaras de seguridad confirmaron que Samuel Luiz dejó de moverse 15 minutos después de que empezara la agresión, tras una serie de golpes y patadas continuas. Hasta el momento hay 13 sospechosos detenidos que pudieron ser identificados gracias a las cámaras del local y de grabaciones que realizaron personas que se encontraban en el lugar.
Sobre el móvil del crimen, José Miñones, delegado del Gobierno en Galicia declaró que la homofobia es una de las hipótesis abiertas en la investigación, pero “no se descarta ninguna de las vías en esta primera fase de las pesquisas”, a la espera de que lo determine el juzgado que instruye el caso. “Pido prudencia y responsabilidad en estos momentos, ante unos hechos absolutamente condenables por la brutal agresión a Samuel, y en la sociedad en la que estamos no podemos permitir esta violencia”, declaró el delegado.
“Confío en que la investigación de la policía dé pronto con los autores del asesinato de Samuel y esclarezca los hechos. Fue un acto salvaje y despiadado. No daremos ni un paso atrás en derechos y libertades. España no lo va a tolerar. Todo mi apoyo a su familia y seres queridos”, ha expresado en Twitter el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Ministras del Gobierno también publicaron mensajes de solidaridad con la familia del joven y exigieron justicia. La titular de Igualdad, Irene Montero, pidió “construir entre todas y todos una sociedad más libre en la que no dejemos cabida al odio” y la de Transición Ecológica, Teresa Ribera, apuntó al “reproche personal, social y jurídico para quienes desbordan brutalidad y homofobia”.
Por su parte, el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, indicó que de momento no había ningún detenido y que "no está excluida ninguna hipótesis, ni el delito de odio ni cualquier otro".
Quién era Samuel Luiz Muñiz
Tenía 24 años, era técnico auxiliar de enfermería y estaba estudiando para lograr el título de protésico dental, carrera a la que le dedicaba mucho tiempo y energía. Además, trabajaba en una residencia para mayores de la Fundación Padre Rubinos hace cuatro años. Los compañeros de Samuel en el centro benéfico aseguraron al diario local La voz de Galicia que están "desolados".
El presidente de la fundación, Eduardo Aceña, aseguró que las personas mayores a las que cuidaba "lo querían tanto por el buen trato que les brindaba y la alegría que les transmitía, que a alguno de ellos, cuando preguntaron por él, preferimos no decirles lo ocurrido debido a su estado de salud".
En su trabajo, además de ser alguien muy querido, lo recuerdan como a una persona pacífica y con carácter tranquilo.
Su padre, Maxsoud Luiz, dejó una extensa y conmovedora carta en el lugar donde asesinaron a su hijo y pidió justicia. "Nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida; sabemos que vamos a tener un camino muy largo por recorrer; estaremos apoyados en nuestra familia, amigos y compañeros que nos ayudarán a salir de este camino oscuro".
También se refirió a las familias de los presuntos asesinos: "A las familias de los que mataron a mi hijo les preguntaría cómo se sentirían ellos si estuvieran en mi lugar". Totalmente devastado, Maxsoud Luiz pidió que se haga justicia y que se detenga a los agresores.
La homofobia en España
En 2018, Fernando y Francisco fueron asesinados en su casa de Valencia y en una calle de Valladolid, respectivamente. Desde el año 2000, ocho personas han sido asesinadas por formar pareja con personas de su mismo sexo, según el portal Crímenes de Odio, que recopila y cataloga estos ataques.
Por otra parte, entre 2013 y 2019, aumentaron un 45% los delitos de odio, según los datos que recoge el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior. Si bien todavía no hay datos para 2020, en los tres años anteriores se observó un crecimiento, impulsado sobre todo por los hechos relacionados con la ideología, el racismo y la xenofobia.
Los hechos relacionados con la discriminación por orientación sexual o identidad de género también aumentaron en 2019 con respecto a 2018. La suma de infracciones penales y administrativas pasó de 259 a 283, casi un 10% más.
Según los últimos datos de la FELGTB, que aúna organizaciones sobre diversidad sexual de toda España, la mayoría de las agresiones cometidas en 2018 fueron verbales (31%), seguidas del acoso (27%) y la agresión física (17%). Además, en el 68% de los casos se producen contra personas de entre 19 y 35 años, siendo el tramo de edad que más denuncia estos incidentes, al igual que ocurre con el género (el 70% son hombres gays).|