Aunque es común escuchar que siempre que el pescado sea fresco y entero, es bueno, y se pondera la cantidad de beneficios que trae su consumo para la salud, en Argentina el consumo de la inmensa cantidad de variedades que se encuentran en mar y río es muy baja. Se estima que, de la pesca industrial concentrada en el Mar Argentino, cerca de 5% se destina al mercado interno mientras el resto se despacha al exterior.
El pescado está inserto en el mismo circuito de comercio de otros productos como los granos y la carne que se rigen por el precio en el mercado global, por eso, su costo, atado a la cotización del dólar, resulta elevado para el consumo interno.
Así, en un contexto de inflación que golpea fuerte sobre la canasta básica, algunos productos indispensables para mantener una dieta saludable, se vuelven inalcanzables para muchos argentinos.
Para advertir la problemática que también impacta sobre los pescadores artesanales, ayer, la Rama Agraria de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP Rama Agraria), realizó un “pescadazo”, donde se comercializaron 12 mil kilos de pescado fresco a 100 pesos, directo de productores artesanales a las y los consumidores.
Unas cinco mil personas concurrieron este miércoles, entre las 9 y las 15, a la Plaza de los Dos Congresos. “El pescadazo puso de relieve la situación crítica de la pesca artesanal”, señalaron los organizadores e indicaron a N&P que, en el caso de la pesca artesanal, un 80% se destina a exportación y un 20% se comercializa en el territorio nacional.
“Según la especie y la zona del país, los frigoríficos pagan entre 20 y 50 pesos el kilo a quienes, día tras día, arriesgan sus vidas para buscar alimentos de forma sustentable. Luego, esas empresas lo exportan o lo comercializan en las pescaderías a precios varias veces superiores”. Aclaroron los dirigentes de la economía popular.
“Se evidenció la necesidad de generar instrumentos para favorecer el comercio directo del productor al consumidor, como una forma de bajar la inflación y, a la vez, equilibrar la distribución del ingreso”, expresaron.
Al mismo tiempo, desde la UTEP sostuvieron que “la pesca artesanal puede permitir que la población tenga acceso a carne muy sana y sabrosa, a un precio económico” y, en ese sentido, convocaron al Estado a involucrarse “para que las y los productores reciban un valor justo por su trabajo, y que este llegue a las góndolas a montos razonables”.
Bajo medidas de distanciamiento social por la emergencia sanitaria estuvieron presentes en el “pescadazo” productores de Mar del Plata, Santa Fe, Rosario, Helvecia, Concordia, Ensenada y Punta Indio.
“Este hecho refuerza la lucha histórica y popular del movimiento obrero contra la concentración del ingreso”, expresó el secretario general de la UTEP, Esteban 'Gringo' Castro, durante la actividad y agregó que “a las vecinas y vecinos les decimos que también es su lucha”.
Al respecto, David Uriburu, productor de Santa Fe, expresó que la convocatoria busca “defender un precio razonable de nuestros productos artesanales de la pesca, y acercarlos a la mesa de las argentinas y argentinos a un precio accesible”.
A diferencia de los modelos extractivistas, la pesca artesanal se realiza de forma sustentable, bajo prácticas ancestrales. El pescadazo se llevó a cabo en un momento donde el precio de la carne vacuna aumenta de manera considerable, tras un lockout patronal de 15 días realizado por la Mesa de Enlace. |