El intercambio comercial con Brasil creció 147% interanual en mayo – Negocios & Política
 

Saldo positivo |El intercambio comercial con Brasil creció 147% interanual en mayo

Pese a la crisis sanitaria los dos países muestran signos de reactivación en el inicio de 2021. Aseguran que el impulso de Brasil y la suba de los precios de los commodities, aportarían reservas fundamentales para “surfear tensiones cambiarias” en el período pre-electoral.
Ana Belén Ehuletche
Economía
Ana Belén Ehuletche
Economía

Según un informe que realizó la consultora Ecolatina en base a datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, la suba del flujo comercial creció en mayo un 147% i.a., un 9% más respecto a mayo de 2019. 

En el quinto mes del año se exhibieron niveles superiores a los que mostraba previo al inicio de la pandemia que, permiten ver que la suma de importaciones y exportaciones mensuales tuvo su mayor volumen desde agosto de 2018. 

Según el análisis privado, este mejor desempeño estuvo traccionado por importaciones que saltaron 186% i.a., es decir 27% de crecimiento en comparación con dicho mes, y exportaciones que crecieron 103% i.a., ubicándose todavía 11% por debajo del mismo lapso del 2019. 

“Luego de más de dos años en franco deterioro, el flujo del comercio de bienes con Brasil volvió a ubicarse en terreno positivo desde comienzos de este año. La pandemia afectó gravemente al comercio global y, a medida que se vislumbra su salida, las ventas internacionales van recuperando el terreno perdido”, indicó el informe de Ecolatina. 

 “Esta mejoría –explicó- en el comercio bilateral de bienes refleja el buen desempeño de ambas economías en el arranque de este 2021: las expectativas de crecimiento brasileño están revisándose constantemente al alza, a pesar de su situación sanitaria, y muchas industrias en nuestro país mostraron niveles de actividad incluso por encima de los pre-pandémicos”. 

Si bien la recuperación más rápida de las importaciones hizo que en mayo el desbalance comercial fuera de US$ 470 millones -el mayor déficit desde junio de 2018- no implica “una restricción significativa a la recuperación del nivel de actividad” ya que “el flujo total de divisas comerciales (con todos los orígenes y destinos) viene mostrando un importante saldo positivo, en buena medida por la mejora de los precios de los commodities”. 

En total, las exportaciones a Brasil acumulan más de US$ 4.200 millones hasta mayo, un monto 33% mayor al de los primeros cinco meses del año pasado, pero 6% inferior al del mismo lapso de 2019. 

Las importaciones, en tanto, acumularon cerca de US$ 4.800 millones, un 55% más que igual período de 2020 y 12% superiores a las de los primeros cinco meses del 2019, por lo que acumula un déficit comercial de más de US$ 520 millones en lo que va de 2021. 

Otro punto que destaca el informe es la participación de los productos argentinos en el mercado brasileño, volvió a crecer 0,5 p.p. respecto a mayo del año previo. 

Tradicionalmente, las ventas a Brasil, están muy vinculada con la exportación de manufacturas de origen industrial, producto del cual Brasil es nuestro principal demandante, lo que alienta la demanda de empleo formal en nuestro país. Sin embargo, desde Ecolatina advirtieron que “preocupa” que, “a pesar del buen ritmo de nuestras ventas, nuestras compras se ubiquen en un nivel superior, provocando un déficit neto de divisas”. 

“Si esta dinámica se agravara, podría limitar el crecimiento de la actividad económica local (tanto si se corrigiera el desbalance por precios -devaluando-, como si se lo encarara por cantidades -endureciendo el cepo a las importaciones-)”, aseguran. 

Respecto a las expectativas, estiman que en 2021 las exportaciones de Argentina hacia Brasil se incrementen alrededor de 15%, debido a que la industria liderará la recuperación de la economía brasileña (de acuerdo con el consenso de mercado, crecería 5% este año, por encima del 3% al que crecería el promedio de la economía).  

“El impulso de Brasil, más la suba de los precios de los commodities, aportarían reservas fundamentales para surfear tensiones cambiarias en el período pre-electoral. Aprovechar esta ‘benevolencia externa’ al máximo dependerá de que no se atrase en demasía el tipo de cambio, desincentivando las ventas, y de que las restricciones a las compras externas no se profundicen, limitando las mejoras de productividad. |

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