Tener éxito en el mundo de los negocios no es fácil. Aunque una vez alcanzado es cuando comienza el auténtico reto: mantener tu estatus a lo largo de los años y, sobre todo, hacer que crezcan tus beneficios año a año. Estancarse y conformarse no es una opción. Y eso lo sabe muy bien Kylie Jenner, que pese a ser una de las jóvenes que más millones ha ganado con su marca de cosmética, ya está pensando en cuál será el siguiente paso en su empeño de convertirse en una de las empresarias más admiradas del mundo.

Después de demostrar que es mucho más que la estrella de un reality, la menor de las hermanas Kardashian acaba de registrar la que será su próxima línea de negocio: los artículos para la playa. Y no hablamos solo de bañadores y biquinis, esos que luce de vez en cuando en redes sociales y acumulan millones de likes.

No, la idea de Kylie es englobar bajo su nombre toda una serie de productos que aquí relacionamos con el verano pero que en lugares como el que ella vive, Los Ángeles, son parte del día: toallas, sombrillas, gafas de sol, chanclas, bolsos de playa, gafas para nadar, gorros… En resumen: agrupar bajo una misma firma todo aquello que necesitamos cuando nos vamos de vacaciones a disfrutar del mar o de la piscina.

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Una idea que, a falta de saber los diseños que presentará al público, ya tiene nombre. Bueno, mejor dicho, nombres. En plural. Y es que aún en una fase muy temprana de levantar este nuevo imperio, de momento Jenner ha registrado dos posibles marcas a la espera de que algún estudio de mercado le diga cuál es mejor: ‘Kylie Swim’ y ‘Kylie Swim by Kylie Jenner’.

Tiempo para decidirlo va a tener de sobra, eso desde luego. Al menos, si hacemos caso de lo mucho que tarda la empresaria entre registrar una idea y llevarla a cabo. Lo decimos porque a principios de 2020 ya hizo lo mismo con futuras líneas de negocio como el de la ropa para bebé, llamada Kylie Baby; o la de productos para el pelo, llamado Kylie Hair. Ideas que, de momento, ninguna ha salido a la venta. Pero vamos, que si esto sigue así, no nos extrañe que en un futuro entremos en centros comerciales llamados Kylie.|