Biden se resistió hasta ahora a unirse a otros líderes mundiales y a gran parte de su propio partido Demócrata para pedir un alto el fuego inmediato en Israel. En una llamada telefónica con el primer ministro israelí, "el presidente expresó su apoyo a un cese al fuego y discutió el compromiso de Estados Unidos con Egipto y otros socios hacia ese fin", expresó la Casa Blanca.
En un comunicado, la Casa Blanca indicó que el mandatario reiteró "su firme apoyo al derecho de Israel a defenderse de los ataques indiscriminados con cohetes". Biden "animó a Israel a hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar la protección de los civiles inocentes", según el comunicado.
La Casa Blanca evitó condenar cualquier aspecto de los ataques militares israelíes en curso, afirmando que el estrecho aliado de Estados Unidos está en su derecho de responder por la fuerza a los disparos de cohetes del movimiento palestino Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza. Algunos funcionarios estadounidenses sugirieron que en privado se transmiten opiniones más críticas al respecto.
Más temprano, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, defendió una diplomacia "silenciosa" como fórmula para afrontar la violencia en Israel y los territorios palestinos. "Cada declaración que hacemos tiene como objetivo reducir la violencia y poner fin al conflicto. Hay momentos en los que la diplomacia tiene que ser más silenciosa", evaluó Psaki en rueda de prensa.
También hoy se publicó una carta de 29 senadores demócratas pidiendo un alto el fuego. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gabi Ashkenazi, conversó con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, para agradecerle el bloqueo en el Consejo de Seguridad. "La comunidad internacional debe condenar en bloque a Hamas, que utiliza a los civiles como escudos humanos", enfatizó Ashkenazi en un comunicado tras su contacto con Blinken.
Blinken señaló que no recibió personalmente información alguna que confirme la presencia de milicianos de Hamas en la Torre Al Yala, destruida el sábado en un bombardeo israelí. La torre era la sede de las delegaciones de la agencia de noticias estadounidense The Associated Press (AP) y de la cadena de televisión panárabe Al Yazira y un objetivo "perfectamente legítimo" para Netanyahu, que asegura que allí había "una oficina de inteligencia de la organización terrorista".|