Con el espacio que le dedicó ayer a las operaciones comerciales que generan ingreso de divisas, Alberto Fernández sentó posición sobre internas clásicas entre sectores más cercanos a la economía popular, que ven a la exportación como un atenuante del incremento de precios en la canasta familiar, por la internacionalización del precio de los alimentos, y liberales extremos que, apoyados en la teoría de la autorregulación del mercado, pretenden que el sector exportador no asuma ningún arancel y asumen que el beneficio llegará con la mayor productividad.
Ante la necesidad de divisas para equilibrar la balanza comercial y hacer frente a las obligaciones de deuda en el exterior contraídas, principalmente durante la gestión de Mauricio Macri, antes que asuma la fórmula Fernández – Fernández, era común escuchar a economistas del campo popular, hoy activos en Ministerios y Secretarías del Estado, asegurar que “Argentina no debe preocuparse por exportar, sino fortalecer su mercado interno”.
Parece que Alberto eligió su propio rumbo y, según explicó ayer, al dar inicio a las sesiones legislativas del año, comprendió que “para que la economía crezca sostenidamente y se eviten crisis en el sector externo por falta de divisas, es fundamental exportar más y producir en la Argentina bienes y servicios que hoy se importan”.
Por eso instó a que los argentinos a aprovechar “al máximo” la capacidad instalada “para favorecer la producción local de los mismos, y se comprometió a promover nuevas instalaciones “si con eso logramos sustituir importaciones”.
Hacia la gloria
Ya casi nadie lo niega y, quienes ocupan espacios de poder saben que Argentina, necesita exportar porque necesita divisas. Y, si las lluvias acompañan, el país se encamina hacia una cosecha récord, que, para hacer mella en la macroeconomía del país, deberá ser acompañada con algo más que “sintonía fina”.
Los complejos agroindustriales, que hoy representan la mayor cantidad de exportaciones del país, prometen a cambio de mejorar el entorno normativo “sumamente rígido”, reducir el “ruido político” y la falta de previsibilidad institucionalidad y avanzar en una regulación propia del comercio exterior. Justamente ayer, horas antes del discurso presidencial, desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) confirmaron la exportación de casi 4 mil millones de dólares en el primer bimestre del año.
Los resultados de comercio exterior entusiasman tras un año que pudo haber sido mejor, al comparar la caída de las exportaciones en Argentina en relación al dato global, pero el “viento de cola”, se sabe por experiencias anteriores, debe aprovecharse para diversificar y ampliar la oferta exportable. Por eso, Alberto Fernández, destacó la reducción de los derechos de exportación a la producción industrial durante 2019. “El nuevo diseño de retenciones premia el agregar valor; menos retenciones para mayor elaboración del producto”, dijo y agregó que, en el caso de la economía del conocimiento, se eliminaron totalmente las retenciones a las exportaciones. Un esquema de beneficios también se aplicó a las economías regionales “para impulsar el desarrollo federal exportador”, afirmó el Presidente.
En 2020, las exportaciones globales cayeron en torno al 5,6% mientras que en Argentina se registró una baja de más del 15 por ciento. Los especialistas apuntan a la fuerte concentración de “clusters” exportadores y marcan la falta de acceso a financiamiento como principal barrea de ingreso al mercado externos para las pymes. En el ejercicio anterior, tan sólo 12 empresas exportaron por más de US$ 1.000 millones al año, mientras que 58 firmas superaron los US$ 100 millones y 360 exportaron más de US$ 10 millones.
Un fantasma
Otro debate, a esta altura también histórico, es el que se da entre quienes encuentran en la colocación de retenciones al agro una salida para equilibrar los problemas que trae la alta tasa de inflación, y quienes apuntan a dar libertad a las empresas para que comercialicen de forma exitosa y así incrementen el ingreso de divisas, que, según consideran, es todo lo que les corresponde aportar.
En un intento de encontrar equilibrio, Fernández reconoció que la inflación “es la principal evidencia de nuestras deficiencias” y un “problema multicausal” que se debe abordar de modo integral, “con políticas macroeconómicas consistentes y sostenibles”, pero también, agregó, “con diálogo social que permita estructurar acuerdos de mayor alcance”.
Se entiende que el modelo que el Gobierno intentará sistematizar con otras cadenas del agro, es el de fideicomiso público-privado que acordó con los empresarios aceiteros.
Con ese espíritu se conformó el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) que luego de mesas de trabajo en 2020 se comprometió a aumentar exportaciones en 100.000 millones de dólares y generar 700.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos años. “Vamos a promover la inversión agroindustrial con incentivos impositivos y previsibilidad para estimular las inversiones en el sector, generando más empleo y valor agregado”, garantizó el Presidente.
Y, al describir los 6 proyectos de ley destinados a “dinamizar la estructura de crecimiento”, que significarán nuevos desafíos tecnológicos y definió como “los pilares de un gran Proyecto Nacional de Desarrollo e Inclusión Social”, mencionó también la promoción de la industria hidrocarburífera a partir de una ley que aborde en forma integral al sector, desde su extracción hasta su industrialización, y “genere las condiciones para el desarrollo de los recursos energéticos que tiene el país en beneficio de los argentinos y las argentinas”.
En ese punto Alberto Fernández se refirió el potencial de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas del mundo, y señaló que “aumentar las exportaciones es vital para obtener más divisas y generar la descentralización equilibrada de la Argentina”.
Además, destacó la creación del Consejo Público Privado para la Promoción de Exportaciones, que funciona en el ámbito de la Cancillería, que articula con 247 cámaras sectoriales que representan a 18 mil empresas y busca estimular ventas e inversiones.
Según señaló Fernández, “la reconstrucción” podrá sentirse plenamente cuando se logre controlar la pandemia del Covid – 19.
Infraestructura federal
También pensando en los beneficios de conectar productos argentinos con consumidores de distintos puntos del globo, Alberto Fernández mencionó la intención de impulsar la construcción de puertos fluviales y marítimos, entre ellos, obras que faciliten la salida de la producción argentina a través de puertos chilenos sobre el Océano Pacífico, en particular las vinculadas con el corredor bioceánico Noa-Centro.
Para que todas esas iniciativas prosperen, el Presidente indicó que “es imperioso” que la obra pública “tome un impulso que en los años previos no tuvo”. En ese sentido describió que la inversión pública se redujo desde el 2,7 % del PIB en el año 2015 al 1,1 % en el año 2019, mientras que en 2020 comenzó una recuperación y en 2021 alcanzará el 2,2 % del PIB.
“Hay obras en ejecución viales, hídricas, de agua potable y saneamiento, de infraestructura social, patrimoniales, sanitarias y de seguridad”, dijo y recordó que se consiguió financiamiento internacional por 4.695 millones de dólares, destinados a la reactivación de las líneas de carga Belgrano, San Martín y Tren Norpatagónico, que generarán 28.500 puestos de trabajo distribuidos en 14 provincias, según estimó.
En vías de federalizar el uso de las vías fluviales, destacó la creación del Consejo Federal de la Hidrovía, y anunció que se conformará una agencia nacional en la que estén representadas todas las provincias del litoral.
En un gesto a los Gobernadores, quienes ansían hacer efectivo su rol en la gestión y administración del principal corredor exportador del país, que genera un ingreso por peajes millonario y en dólares, Fernández confirmó que las provincias que integran el CFH participarán en el proceso licitatorio y luego podrán controlar el efectivo cumplimiento de las obligaciones del nuevo concesionario de la Hidrovía Paraná-Paraguay, “algo que nunca ocurrió hasta aquí”, apuntó.|