“Se trata de un acuerdo que fundó el Mercosur en 1985”, lamenta Gustavo Roca, titular de Marítima Maruba, en nombre de todos los armadores reunidos en Semarbra, asociación que nuclea a armadores de ambos países, que ven en riesgo su actividad con la inminente decisión del Estado brasileño de rescindir a partir de 2022 el acuerdo sobre Transportes Marítimos entre la República Argentina y la República Federativa de Brasil, suscripto en la ciudad de Buenos Aires el 15 de agosto de 1985 (ley N°23.557).
El tratado bilateral es reconocido como un hito en la creación del Mercado Común del Sur (Mercosur) que lo contempló en el Tratado de Asunción, firmado en marzo de 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y fue ratificado por los Estados Parte del Mercosur y subsumido por el Protocolo sobre el Comercio de Servicios del Mercosur (ley N°25.623).
En promedio, el intercambio comercial con Brasil alcanza los 20.000 millones de dólares al año, lo que se traduce en 2.000 millones de dólares en servicios marítimos de comercio exterior para la Argentina. La actividad es neurálgica para la supervivencia de las empresas de bandera nacional que no cuentan con protección en ninguna otra vía de comercio exterior, como la Hidrovía Paraná-Paraguay donde compiten con la tercer mayor flota del mundo y sólo representan el 7% de la actividad.
Pese a su relevancia económica, aunque el rumor circulaba en los pasillos del Palacio San Martín, y podría haberse advertido que luego de haber finalizado los acuerdos con Chile y Uruguay en los últimos años, el de Argentina era el próximo en caer, la medida sacudió a empresarios, gremios y diplomáticos que dos meses atrás habían coincidido con sus pares del país vecinos en la reunión del Subgrupo de Trabajo N° 5 de Transportes donde se negocia el Acuerdo Multilateral Transporte Marítimo del Mercosur.
En la última reunión del subgrupo de trabajo, el 18 de noviembre de 2020, “la delegación oficial brasileña ratificó plenamente la vigencia del acuerdo bilateral”, lamentan desde Servicios de Transporte Marítimo Argentina-Brasil (Semarbra). Una eventual denuncia del Convenio por parte de Brasil, “más allá de traslucir la voluntad política del vecino país, debería ser canalizada en los taxativos términos del referido Protocolo (de adhesión al Mercosur)”, puntualizó la entidad en una nota enviada al subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, Leonardo Cabrera.
Entre las empresas argentinas que realizan este transporte regional y que se verán perjudicada ante el cese del acuerdo de tráfico bilateral figuran Maruba, Fluvialmar, Horamar Petrotank y Oceanmarine. Se trata del servicio “más preponderante del Mercosur”, plantean desde Semarbra.
“En ese mismo ámbito –explican- se pudo verificar el persistente interés de los negociadores de la UE en lograr el acceso de los armadores europeos a esos tráficos marítimos”. Y agregan que así se lo comunicó Sandra Gallina, líder de la negociación de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea, durante las reuniones celebradas en las ciudades de Brasilia y Buenos Aires, previo al cierre del acuerdo birregional. “El verdadero valor del tráfico está dado en la persistente demanda de los armadores extranjeros que quieren tener acceso al mismo”, señalan la nota que enviaron los empresarios a Cabrera.
“Lo que debía suceder en 10 años, deberá realizarse en un año”, resumió Leonardo Abiad, gerente de la Federación de Empresas Naviera de la Argentina (Fena) en relación al propósito del acuerdo Mercosur-UE y el plazo que prevé para permitir que se generen condiciones de competencia leal antes de que servicios del otro continente operen en la región.
En ese sentido Abiad reconoció que existen dos caminos que deben recorrerse en simultáneo. “Además del esfuerzo diplomático para modificar la voluntad de Brasil, se debe avanzar en una agenda positiva que permita desarrollar una flota competitiva a nivel regional para que no se dispare el precio del flete (por la incidencia de las multinacionales que operan en dólares), atraer inversiones, generar divisas y empleo”.
Para eso, la propuesta de Fena es avanzar en acciones que contribuyan a eliminar o disminuir las asimetrías con los buques de otras banderas, principalmente a raíz de cuestiones tributarias, para equiparar las condiciones de competencia y fortalecer la marina mercante nacional.
Un punto clave es lograr la reglamentación de la ley de Desarrollo de la marina mercante nacional y la integración fluvial regional (27419), sancionada en 2017. Al respecto, la ex diputada nacional (Frente Renovador) Marcela Passo, y actual Secretaria de Articulación Interjurisdiccional en Ministerio de Transporte de la Nación contó que la cartera de Mario Meoni trabaja activamente en la reglamentación de la ley y anticipó que se contemplan beneficios sobre el costo del combustible para los buques de bandera nacional. “La reglamentación incluye un subsidio del 50% en el combustible, en un esquema que va a ser difícil por toda la complejidad burocrática, pero sabemos que es lo que hay que hacer para cumplir con lo que se prometió al legislar después de tantos años de decadencia”, aseveró Passo a N&P.
En las últimas horas, el diputado de Juntos por el Cambio, Alberto Asseff, del bloque Juntos por el Cambio (JxC), pidió informes sobre la no renovación del tratado de Transporte Marítimo con Brasil. Además de 26 interpelaciones a los ministros, Mario Meoni y Felipe Solá, en los fundamentos el Diputado repasa la importancia de develar el rol que jugarán los países de la Unión Europea, junto a China y Estados Unidos, por la dimensión del comercio exterior que y su impacto en la economía de Brasil.
Desde un ala más radicalizada de la oposición esgrimen que la decisión de Brasil “mucho tiene que ver con una política de `puertas cerradas´ de Argentina, que se encuentra con su contraria política en los tres socios del Mercosur, tal vez Brasil está tomando esta decisión para presionar, como lo hizo Argentina con Paraguay en el asunto de reserva de carga, y lograr algo a cambio, o una renegociación del Acuerdo en términos más favorables o modernos”.
En tanto, desde la Cancillería Argentina coincidieron al señalar que la decisión de Brasil acelera los plazos para poner en marcha el acuerdo entre Mercosur y Unión Europea, pero destacaron que no se verá afectado el transporte de granos sino principalmente, contenedores e industria automotriz. Además, reconocieron que una parte importante de la marina mercante se realiza con buques rentados a otros países ya que Argentina no cuenta con una importante flota propia. “La decisión de Brasil ya está tomada; vamos a enfocarnos en cómo morigerar el impacto sobre todo en puestos de trabajo”, señalaron desde el área de Comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, y descartaron las especulaciones políticas, al afirmar que “es parte de una continuidad, como ya lo hizo al no renovar los acuerdos con Chile y Uruguay”.
Por su parte, los gremios emitieron un comunicado conjunto donde explican que “la República Federativa del Brasil integra el Mercosur, y en función de los compromisos asumidos en esa instancia supranacional debería profundizar el servicio de transporte marítimo de los Estados Parte, para lo cual se debe ampliar y fortalecer los acuerdos preexistentes”.
“El servicio de transporte marítimo es un elemento esencial para el desarrollo regional y para consolidar una posición logística estrategia que impone el mercado mundial”, agrega el texto Por último, los representantes del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, la Asociación Profesional Capitanes y Baqueanos Fluviales, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina y el Sindicato de Electricistas y Electronicistas Navales e instaron a las autoridades nacionales “a tomar todas las medidas a su alcance a fin de encontrar una solución consensuada a esta situación”.|