Un estudio de la Universidad de Utah (EE.UU) publicado por la revista PNAS indica que la crisis climática generada por el ser humano ha desempeñado "un papel importante" en la mayor duración de la temporada de alergias y un "papel parcial" en el aumento de la cantidad de polen.
"La fuerte relación entre el clima más cálido y las temporadas de polen proporciona un ejemplo muy claro de cómo el cambio climático ya está afectando a la salud de las personas en todo Estados Unidos", señala el director de la investigación William Anderegg, en un comunicado de la universidad.
Estudios anteriores hechos en invernaderos ya señalaban que el aumento de la temperatura y del dióxido de carbono atmosférico puede provocar una mayor producción de polen y, otros a pequeña escala, mostraron la relación entre la temperatura y un empeoramiento de las estaciones polínicas en algunos lugares o plantas.
Este nuevo estudio "revela esa conexión a escala continental y vincula explícitamente las tendencias del polen con el cambio climático provocado por el hombre", agregó Aderegg.
Para ello, el equipo recopiló mediciones entre 1990 y 2018 de 60 estaciones de recuento de polen en Estados Unidos y Canadá.
Los datos indicaron que las temporadas de polen comienzan ahora unos 20 días antes que en 1990, lo que "sugiere que el calentamiento está provocando que el calendario interno de las plantas comienza a producir polen antes en el año".
Para comprobar que esos cambios en el polen son consecuencia de la crisis climática, los investigadores aplicaron métodos estadísticos a las tendencias del polen con casi dos docenas de modelos climáticos.
Los resultados mostraron que "el cambio climático, por sí solo, podría explicar alrededor de la mitad del alargamiento de la temporada de polen y alrededor del 8% del aumento de la cantidad de polen".
Al dividir los años del estudio en dos períodos, 1990-2003 y 2003-2018, descubrieron que la contribución del cambio climático al aumento de la cantidad de polen "se está acelerando".
Las alergias no son solo una molestia estacional para muchos, sino que están vinculadas a la salud respiratoria, con implicaciones en las infecciones víricas, las visitas a urgencias e incluso el rendimiento escolar de los niños. |