Las venas abiertas de la burguesía nacional: tarifas, dólares y el pedido de más cepo – Negocios & Política
 

En busca de los dólares |Las venas abiertas de la burguesía nacional: tarifas, dólares y el pedido de más cepo

Hoy debuta nuestro sensible e inspirado hombre de los negocios imposibles. Y nos cuenta una historia en la que hay importadores que reclaman prioridad y exportadores que no liquidan. Tampoco faltan los industriales que le piden al Fondo menos impuestos y el Fondo que le reclama al Gobierno que afloje con los subsidios. Y claro, el infaltable empresariado que se reúne con el gobierno para buscar la ventaja individual.
Anatole Tirecourt
Negocios
Anatole Tirecourt
Negocios

Uno podría decir que la carne y el fútbol, son dos de las imágenes más representativas de la Argentina. Y hasta puede ser que tengan razón. Habrá otros que pensarán que Les Luthiers, René Favoloro, la educación pública y seguramente también tengan razón. 

Ahora, si lo que se quiere es buscar una identidad del empresariado argentino, ahí no hay muchas dudas. Si hay algo que representa a la Argentina es que la burguesía nacional generalmente no se comporta ni como buguesía y mucho menos como nacional. 

Un ejemplo de esto es que casi ningún fundador de las grandes compañías que crecieron durante el proceso del desarrollo industrial dejó a alguno de sus herederos al frente. Prefirieron los dólares, las cuentas en el exterior, y la vida de viajes por el mundo. ¿Qué mejor imagen que alguien que llegó a presidente de un país como lo fue Mauricio Macri, no pudo acceder al mismo cargo en el grupo económico que armó su padre, ni siquiera cuando lo intentó a través de una demanda por insania?

Los empresarios locales no tienen una idea de clase, y no estamos hablando de educación, sino de pertenencia. Hay infinidad de entidades y asociaciones patronales en todo el país, pero pocas trabajan en conjunto. ¿O alguien cree que la Unión Industrial Argentina busca los mismo que la Asociación Empresaria Argentina? Aunque Miguel Acevedo, presidente de la UIA, y Héctor Magneto, hombre fuerte de AEA, solían referirse a ellos como desarrollista, ninguno concibe el desarrollo como el otro.

Esa situación quedó reflejada durante esta semana en donde el cepo cambiario, la baja de las retenciones y la visita del Fondo Monetario Internacional, sacaron la foto de una película que muestra al sector empresario embutido en el bien propio más que en el común.

Las reuniones del Fondo con el Banco Central dejaron un gusto semi amargo. El día que se reunieron, el BCRA recuperó reservas, apenas 20 millones  de dólares, pero recuperó. Y tuvo liquidaciones, apenas 65 millones de dólares, pero liquidaron. Sin embargo, la alegría duró 24 horas. Un día después el Central vendió 20 millones y se liquidaron otros 100 millones de dólares. 

Las cuentas no parecen estar cerrando."Esto no es minorista, esto es importadores que buscan cancelar rápido con el dólar barato", explicaron desde una cueva ubicada a metros de un escondido restaurante que supo ser una residencia famosa y que en la previa a la pandemia era un coqueto restaurante muy utilizado por la política. Si todavía no supo el nombre del lugar, abra su billetera y busque un billete de 100 pesos, la imagen será reveladora.

Esa nitidez del billete es la que se observa en la burguesía local en la búsqueda del bien común. Tanto que la Cámara de Importadores sacó un comunicado en donde deja en claro que, mientras sus primos exportadores no se levanten y empiecen a liquidar, los dólares son para ellos."En una situación como la actual, sostener la venta de divisas a familias argentinas a un tipo de cambio mayor que el que reciben los exportadores ?y menor en casi un 50% respecto del tipo de cambio “financiero”? no resultaba sostenible. Esos dólares efectivamente son necesarios para las empresas que necesitan importar". O es para nosotros o devalúan.

Por el lado los exportadores, siguen las preciones para devaluar. En el gobierno se mantienen con la idea de aguantar 10 días.  Ya van tres.

El otro sector que también mostró un poco sus cartas fue el de la Unión Industrial Argentina. Los empresarios industriales apuntaron al mismo lugar de siempre: bajar impuestos, desde el fondo plantearon el encuentro de una manera más de interrogatorio que de una charla y lo más raro de todo fue que el FMI actuó a favor del Estado argentino y les aclaró que que no hay mucha margen para bajar impuestos desde el punto de vista fiscal. 

Los industriales hablaron del impacto negativo de los derechos de exportación -los de ellos, no los de la soja- y que la reforma tributaria ya que se habló en no pueden bajar, que no suban los impuestos . Por si no quedó claro, como el ministro Guzmán nunca fue consultor de ninguna cámara ni industria, no suele prestarle demasiada atención a los reclamos por lo que los industriales apostaron a la conversión política: fueron a golpearle la puerta al Fondo. 

Los amigos de cuenta ganado, boina con guarda pampa y trajes James Smart no se reunieron con el FMI. No les hace falta, tienen 17.000 toneladas de soja en silo bolsas y no planean moverse. El lema de "Cultivar el Suelo es Servir a la Patria" que está a metros del pabellón Martínez de Hoz del Predio de Palermo quedó caduco. Hoy sólo es cultivar el suelo, se servirá a la patria en el momento en que los intereses de esta estén alineados o, si esto no sucede, hasta que la patria devalue. 

"No existe una burguesía nacional. Se quieren comparar con los industriales de Sao Pablo y no llegan a la asociación de comerciantes de Florianópolis" suelen decir un político que llevan años actuando como recaudador de campañas de uno de los dos partidos con más historia en el país.

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig