Un fantasma recorre el albertismo: la devaluación. En el equipo económico nadie quiere devaluar, en especial Mercedes Marcó del Pont y Miguel Ángel Pesce, titular de la AFIP y el BCRA respectivamente, quienes creen que una corrección cambiaria en medio de una caída del PBI del 12% producto de la pandemia, seria una catástrofe para la política económica de Alberto Fernández.
La decisión de apretarle el torniquete al cepo se tomó hace unos diez días, cuando los números del BCRA marcaron que se habían vendido 1.028 millones de dólares solo en la primera quincena de septiembre. La palabra maldita "devaluación" volvió a los labios de muchos economistas kirchneristas, pero fue rechazada de hecho por el núcleo duro del albertismo. Y aunque se barajó la posibilidad de eliminar completamente el cupo de u$s 200 mensuales y la de desdoblar "legalmente" el mercado cambiario, al final gano la línea del "cepo hard".
Pero no es un secreto para nadie en el gobierno que si en dos meses las puntas del contado con liquidación y el blue no logran estabilizarse, la situación va a empeorar mucho. "No es por ser apocalíptico" señala un economista muy escuchado en el kirchnerismo que no quiere que su nombre se haga publico para que no lo tilden de opositor, "Pero el problema es de reservas, no de la cotización del dólar". La cuenta que hacen los analistas afuera es esta: "las reservas internacionales rozan los u$s 42.000 millones. Si le sacás los encajes en dólares y las deudas con organismos internacionales, te quedan u$s 27.000 millones. Si a eso le restás los casi 19 mil palos que te dio China en un Swap, te quedan reservas netas por 8000 millones de dólares. Eso quiere decir que si no lográs que el campo liquide (esta sentado sobre casi u$s8000 millones de la cosecha que aun no se vendió), quemando unos cien palos por día, en cuatro meses te quedaste sin reservas. Eso en el mercado lo saben y por eso especulan con dos salidas posibles: o encontrás alguien que te preste dólares (FMI, China) o le ofreces un incentivo al campo para que liquide. Incentivo quiere decir "baja de retenciones" por hasta diciembre, ponele. Y un dólar cerca de los 80 pesos, no los 53 pesos que le ofreces ahora (dólar oficial - 33% de retenciones. Es fácil el asunto. Solo hay que tomar una decisión".
Dólar Zanahoria
En este contexto no resulta para nada raro que Luis Basterra, ministro de Agroindustria, esté explorando la posibilidad de segmentar las retenciones y bajar las de la soja hasta diciembre, empezando a cobrarlas de vuelta en enero de 2021. Todavía hay más de 18 millones de toneladas de soja en silobolsas, lo que representan el 37% de la última cosecha, mas de u$s7.400 millones. Algunos afirman que incluso se podrían quitar cerca de 20 puntos porcentuales de las retenciones para que el dólar sojero -que actualmente aporta un 33% de las retenciones a las exportaciones- pase de los 53 pesos a casi 65 pesos. Pero tampoco el número tampoco seduce mucho a los productores, sobre todo cuando ven en las pantallas que el blue se vende a 145 pesos.
En el campo creen que la luz al final del túnel se llama devaluación y juegan a eso. Dicen los más avezados que el cepo duro lo único que hará es ralentizar más la unificación del mercado cambiario. Y que mientras más crezca la brecha, el costo de la unificación será más cara, con una devaluación más grande. "En el mercado me dicen que hay que aguantar dos meses. Yo creo que no llegan a uno" le dijo a N&P un viejo operador de granos. "Con una tasa de interés del 38% y una brecha de casi el 100% ,no te liquida nadie", relató la fuente. Pero en el equipo económico de Alberto -y en especial para la mandamás del edificio de la calle Defensa- devaluación es una mala palabra.