"La pandemia desnudó nuestras debilidades, la vulnerabilidad humana, pero también despertó la solidaridad, esta lucha es por sobrevivir y hemos entendido que no podemos solos", expresó el canciller de Honduras, Lisandro Rosales.
Rosales destacó la importancia de construir alianzas con organismos internacionales que permitan "crear las rutas y mecanismos ajustados a la realidad" y apoyar a los países que enfrentan una presión fiscal por la reducción de ingresos y un incremento de gastos debido a la crisis.
El sistema bancario tiene un "rol categórico en el desarrollo económico, por lo que es necesario generar una política monetaria expansiva mediante la reducción de tasa de interés que permitan aumentar la liquidez de las empresas y generar nuevos proyectos que generen empleo y crecimiento", subrayó.
Instó a los países a afianzar las acciones comunes en contra de quienes "aprovechando la necesidad de las personas, hacen de la migración irregular un despiadado negocio" y a "asumir la responsabilidad compartida los países expulsores, receptores o de paso".
Rosales participó hoy junto a cancilleres centroamericanos en el panel "Migración y recuperación socioeconómica", en el cierre de la Conferencia Internacional, que es auspiciada por Honduras y que fue celebrada de manera virtual, reportó la agencia de noticias EFE.
Por su lado, el canciller de Costa Rica, Rodolfo Solano, alertó que el coronavirus provocó una crisis "sin parangón en la historia de la humanidad que deja miles de muertos, el colapso de los sistemas de salud y el desplome de la economía".
La Covid-19 se suma a otros problemas que la región ya enfrentaba, como el cambio climático, la pobreza, la desigualdad y los embates a las instituciones democráticas, añadió.
Solano consideró que las consecuencias sociales y económicas de la pandemia serán "profundas" en la población, principalmente en los migrantes y refugiados, por lo que los gobiernos deben replantear el camino para fortalecer las economías.
La canciller de El Salvador, Alexandra Hill, dijo que la pandemia aceleró la crisis económica y social que ya se vislumbraba en la región.
"Cómo dijo mi presidente (de El Salvador, Nayib) Bukele, tuvimos que detener un tsunami con nuestras manos", refirió.
Instó a los gobiernos a actuar con "la mayor responsabilidad" para revertir los efectos de la enfermedad y velar por los derechos de los migrantes, quienes exponen su vida en un "camino lleno de peligro".
Por su parte, el subsecretario de Estado interino para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Michael Kozak, apuntó que las personas no deberían sentir necesidad de "embarcarse en un viaje tan peligroso a los Estados Unidos para cumplir con las aspiraciones que todos tenemos".
La inmigración irregular en Estados Unidos ha "disminuido significativamente en los primeros meses de la pandemia, pero los encuentros con migrantes en la frontera sur comenzaron a aumentar de nuevo, estamos preocupados por esta tendencia y necesitamos trabajar con ustedes para crea soluciones a corto, mediano y largo plazo", enfatizó.
Kozak indicó que esas soluciones permitirán mejorar la seguridad en la frontera estadounidense, pero también contribuirán a "parar el tráfico de personas".